El INMUJERES y el INAPAM conjugan esfuerzos para atender la problemática de mujeres adultas mayores, que por su condición de género enfrentan grandes obstáculos para vivir dignamente.

12 de cada 100 adultas mayores son económicamente activas. Lorena Cruz
El incremento de mujeres mayores viudas o solas, ofrece desafíos que las instituciones y la sociedad debemos enfrentar con compromiso y creatividad, para asegurarles una vida con calidad, bienestar y plenitud.
Actualmente sólo 12 de cada cien adultas mayores son económicamente activas. La gran mayoría se desempeña en el sector informal. Eso les impide tener estabilidad laboral y contar con un ingreso permanente, ahorro y protección social básica: servicios de salud y posibilidades de una pensión.

El acuerdo prevé el intercambio de información, el trabajo conjunto y la unificación de criterios en el estudio, interpretación y atención oportuna de las necesidades de esa parte de la población, que tanto aporta a la sociedad y que recibe de ella muy poco a cambio.
Posteriormente Escalante agregó “en ese segmento hay 112 mujeres por cada 100 hombres, y aumenta a 130 en la población femenina de 80 años y más. Sin embargo, los años que las mujeres viven más que us compañeros no son siempre en las mejores condiciones, debido a la desigualdad que prevalece a lo largo de su vida“.
Lorena Cruz, titular del INMUJERES dijo que la mitad de las adultas mayores no trabaja remuneradamente porque dedica su tiempo al trabajo en el hogar y a cuidar nietas y nietos y adicionalmente permiten el ahorro en servicios domésticos y de cuidados. Sin embargo, al no ser reconocido el valor de esta contribución, quedan excluidas de toda protección social.