“Si queremos frenar la propagación de la pandemia y poner a nuestra región en camino hacia la recuperación, debemos proteger a los grupos vulnerables de la COVID-19”, subrayó la Directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne, al advirtir sobre los efectos de la pandemia de COVID-19 en las poblaciones más vulnerables de las Américas, desde los de menores recursos hasta las poblaciones indígenas.
“El virus está surgiendo en toda nuestra región. Estamos cada vez más preocupados por quienes viven en la pobreza y otros grupos vulnerables con mayor riesgo de enfermedad y muerte por el virus. El aumento reciente en casos y muertes se debe en parte a que el virus se arraigó en estos grupos”, dijo Etienne durante una conferencia de prensa.
Hasta el 18 de mayo del 2020, se reportaron más de 2 millones de casos y más de 121 mil muertes debido a COVID-19 en las Américas, lo que representa un aumento del 14% con respecto de la semana pasada tanto en casos como en muertes.
Etienne pidió mejorar el acceso a medidas efectivas de salud pública, el fortalecimiento de la capacidad del sistema de salud para servir mejor a las poblaciones vulnerables y llamó a implementar una fuerte protección social y económica a estos grupos.
“Durante una pandemia, debemos superar las desigualdades estructurales que limitan el acceso a los servicios de salud. Esto significa establecer mecanismos que apoyen el acceso universal a la salud independientemente de los ingresos, unir recursos con el sector privado y sin fines de lucro, eliminar el pago en el punto de servicio y establecer hospitales de emergencia que agreguen capacidad de emergencia donde más se necesita“.
Impacto de COVID-19 en comunidades
En la cuenca del Amazonas, tanto en pueblos aislados de grupos indígenas como en ciudades densamente pobladas como Manaus, Iquitos y Leticia, la incidencia de COVID-19 es el doble que en otras provincias de los mismos países. “Sin una acción inmediata, estas comunidades enfrentarán un impacto desproporcionado“, dijo Etienne.
Las comunidades vulnerables en las grandes ciudades también se ven afectadas por la pandemia, donde “las condiciones sociales y económicas pobres proporcionan un caldo de cultivo fértil para COVID-19” junto con el impacto económico que conlleva la pérdida de empleo por parte de muchas personas.
Las mujeres, que representan el 70% de la fuerza laboral de salud en las Américas, también son vulnerables, ya que están en la primera línea y se ven desproporcionadamente afectadas por la enfermedad de COVID-19, señaló Etienne. Además, enfrentan disparidades de ingresos, acceso inadecuado a los servicios de salud y a menudo son el objeto de la violencia de género.
“Con demasiada frecuencia fallamos en priorizar la salud y el bienestar de los más vulnerables entre nosotros. Esto debe cambiar si queremos detener la propagación de COVID-19 y estar preparados para enfrentar futuras pandemias“, indicó la doctora Etienne.
“Las personas de ascendencia africana en América Latina luchan por acceder a la atención adecuada en circunstancias normales, un reflejo de la discriminación estructural y la inequidad racial“, lo que los pone en mayor peligro de contraer COVID-19 y enfrentar las consecuencias más graves de la enfermedad, indicó la Directora de la OPS.
Los migrantes en asentamientos temporales y los prisioneros en cárceles llenas y con un saneamiento deficiente también se encuentran en situaciones vulnerables y están viendo tasas más altas de propagación de COVID-19. Llegar a todos ellos es un desafío especial que los países deben enfrentar, indicó.
Otro grupo vulnerable muy importante consiste en personas con afecciones de salud subyacentes como enfermedades cardíacas, diabetes y obesidad, que “son particularmente susceptibles a hospitalización, enfermedad grave y muerte debido a COVID-19” y enfrentan interrupciones en el tratamiento de sus enfermedades porque los sistemas de salud están abrumados, explicó Etienne.
Este grupo de riesgo representa alrededor de 221 millones de personas en las Américas, agregó.
“Es solo cuando se garantizan los derechos humanos para todos, cuando todos los pueblos tienen acceso universal a la salud y sus determinantes socioeconómicos, cuando garantizamos la protección social de los vulnerables y cuando nuestro desarrollo económico aborda la erradicación de la pobreza y el logro del desarrollo sostenible objetivos solo entonces el mundo estará preparado para enfrentar futuras pandemias. Pero tenemos que comenzar este trabajo ahora”[.]