Las y los trabajadores de la atención sanitaria dependen del equipo de protección personal para protegerse a sí mismos y a sus pacientes y evitar infectarse o infectar a otras personas.
La Organización Mundial de la Salud ha advertido que la grave y creciente interrupción del suministro mundial de equipos de protección personal (EPP) —causada por el aumento en la demanda y por las compras, el acaparamiento y el uso indebido de esos productos como consecuencia del pánico— está poniendo vidas en peligro ante el nuevo coronavirus COVID-19 y otras enfermedades infecciosas.
A pesar de ello, la escasez de suministro (faltan guantes, mascarillas médicas, respiradores, gafas de seguridad, pantallas faciales, batas y delantales) hace que profesionales médicos, de enfermería y otros trabajadores de primera línea estén peligrosamente mal equipados para atender a los pacientes de COVID-19.
«Sin cadenas de suministro seguras, el riesgo para los trabajadores sanitarios en todo el mundo es real. La industria y los gobiernos deben actuar con rapidez para estimular el suministro, reducir las restricciones a la exportación y poner en marcha medidas con las que detener la especulación y el acaparamiento. No podemos detener al COVID-19 sin proteger primero a los trabajadores sanitarios«, dijo el Director General de la OMS, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Los precios de esos productos han aumentado desde el inicio de la epidemia de COVID-19. Los precios se han multiplicado:
- 6 veces por las mascarillas quirúrgicas
- 3 veces por de los respiradores N95
- 2 veces el precio de las batas
Actualmente la entrega de suministros puede llevar meses y la manipulación del mercado es generalizada: las existencias se venden con frecuencia al mejor postor.
Hasta la fecha, la OMS ha enviado casi medio millón de equipos de protección personal a 47 países, pero los suministros se están agotando rápidamente. Los países que han recibido suministros de EPP de la OMS son:
- Región del Pacífico Occidental
- Camboya
- Fiji
- Kiribati
- República Democrática Popular Lao
- Mongolia
- Nauru
- Papua Nueva Guinea
- Samoa
- Islas Salomón
- Tonga
- Vanuatu
- Filipinas
- Región de Asia Sudoriental
- Bangladesh
- Bhután
- Maldivas
- Myanmar
- Nepal
- Timor-Leste
- Región del Mediterráneo Oriental
- Afganistán
- Djibouti
- Líbano
- Somalia
- Pakistán
- Sudán
- Jordania
- Marruecos
- Irán
- Región de África
- Senegal
- Argelia
- Etiopía
- Togo
- Côte d’Ivoire
- Mauricio
- Nigeria
- Uganda
- Tanzanía
- Angola
- Ghana
- Kenya
- Zambia
- Guinea Ecuatorial
- Gambia
- Madagascar
- Mauritania
- Mozambique
- Seychelles
- Zimbabwe
Se informa que de acuerdo a los modelos realizados por la OMS, se necesitan mensualmente:
- 89 millones de mascarillas médicas al mes para responder a la COVID-19.
- 76 millones de guantes de examen
- 1.6 millones gafas de seguridad
En una orientación reciente de la OMS se convoca a utilizar los EPP de forma racional y apropiada en los entornos sanitarios, y gestionar de modo eficaz su cadena de suministro.
La OMS está trabajando con gobiernos, la industria y la red de cadena de suministros para pandemias para impulsar la producción de equipos y asegurar su entrega a países gravemente afectados y en riesgo.
Para satisfacer la creciente demanda mundial, la OMS calcula que la industria debería aumentarla producción en un 40%. Por lo que se propone que los gobiernos deberían ofrecer incentivos, por ejemplo, reduciendo las restricciones a la exportación y distribución de equipos de protección personal y otros suministros médicos[.]