Suena fácil, pero ser una mujer exitosa en todos los aspectos, familiares y
profesionales, no es fácil. Mucho menos cuando se tiene un padecimiento crónico como la fibromialgia, enfermedad que se caracteriza por fatiga extrema y dolor generalizado.
Sin embargo la senadora María de los Ángeles Moreno lo logra de manera
contundente, sabe que la mejor forma de vivir algo así, es entendiendo un
pensamiento positivo y dándose su tiempo.
La senadora de la República es una de las 27 mujeres que ocupan una curul en la Cámara alta. Es una de las que han logrado llegar más alto en la política mexicana y su trabajo legislativo ha sido notorio en favor del desarrollo social. Es economista egresada de la UNAM, realizó un posgrado en los Países Bajos y tiene un Diplomado sobre Economía y Relaciones Internacionales en la Universidad de Harvard.
La senadora Moreno dedicó unos minutos a Plenilunia para permitirnos conocer
un poco de la mujer detrás de la política. Comentó que con mucho esfuerzo trata de estirar el tiempo para conquistar las exigencias profesionales y las cuestiones familiares.
“Trato de dedicarle tiempo a lo que más me agrada que es estar con mi familia, porque es lo que mayor regocijo y aliento me da para realizar mi trabajo. Mi familia siempre ha estado cerca y siempre han expresado su satisfacción de que pueda realizar un trabajo a favor de nuestro país.”
Considera que la salud y el ejercicio sistemático diario es indispensable, por eso lleva a cabo una dieta lo más sana posible consumiendo frutas, verduras, mucha agua y muy poca carne, básicamente pescado. Realiza diariamente un poco de gimnasia, pesas muy ligeras, estiramiento y cuando el tiempo y el clima lo permiten, algo de natación.
Nadie está exento del estrés, forma parte de nuestra vida cotidiana. Es por eso que la acupuntura, los masajes y el yoga forman parte de la vida cotidiana de María de los Ángeles. Ella procura tener presente siempre esa visión de que los
problemas de un país o un conglomerado social no se resuelven porque una sola persona participe, el trabajo en equipo es fundamental.
La senadora sabe que hay algunas afecciones que pueden provocar algún tipo de miedo, impaciencia o mal humor, como la que ella padece: fibromialgia.
Padecimiento que se provoca fatiga extrema, dolor persistente, rigidez de los músculos y tendones; del 3 al 6% de las mujeres entre 20 y 50 años lo tienen. Encuentra el motor en la familia y sus verdaderos amigos, toma calmantes yantiflamatorios, y aunque sea difícil dice que el dolor se supera bajándole al estrés “hay que darse un ratito y atender la voz del cuerpo que dice déjame
descansar”.
Actualmente propone una iniciativa de ayuda alimentaria, inicialmente para los trabajadores formales, de este modo se pueda garantizar una alimentación sana de acuerdo con su sexo, su edad y con el trabajo que desarrollen. Puede recurrirse a vales, comedores dentro de la empresa o a generar los espacios en un área que no sea en la calle o en la banqueta como suele pasar. Así se puede generar una cultura de alimentación sana.
Reconoció que en términos de equidad se ha avanzado mucho en las últimas 3 ó 4 décadas con el reconocimiento del voto, una mayor presencia de mujeres en puestos de decisión, pero aún falta mucho: Se les sigue pagando mejor a los varones por un igual trabajo y se sigue discriminando a la mujer por la posibilidad de quedar embarazada.
En los juzgados hay una cultura machista que implica que por principio se culpe o se tienda a pensar que son culpables en casos como violación o acoso sexual. “Significa educación, enfatizar el civismo y subrayar que la verdadera democracia debe incluir equidad y buenas relaciones como pares entre hombres y mujeres”
El mensaje de la senadora mexicana las lectoras de Plenilunia es: “Hagan ejercicio constante, coman sanamente, no permitan que los problemas las
aplasten pues siempre hay solución. Aprendan a conocer sus derechos, defiéndanlos, no permitan la violencia ni la discriminación, enseñen a sus hijas e hijos a valorarse, y respetarse desde la casa.”