Una de las virtudes más grandes que tenemos los seres humanos es el agradecimiento y, según Cicerón, es la madre de todas las demás. Si bien el agradecer se ha relacionado siempre con concepciones religiosas, debes saber que la ciencia ha superado esa forma de ver dicha virtud.
Desde la visión antropológica, el agradecimiento se considera una habilidad primordial de evolución. Lo anterior, ya que nos ha ayudado a sobrevivir como especie mediante la creación de vínculos sociales. Por su parte, la psicología y la neurociencia se preguntan de si la gratitud es una emoción o una sensación y cómo se presenta en la actividad cerebral.
¿Un rasgo o un estado emocional?
Dentro de los estudios empíricos hay dos definiciones de gratitud. Por un lado, como un rasgo o disposición; esto se refiere a que la gratitud es una tendencia individual y generalizada de notar y experimentar aprecio por las cosas buenas de la vida.
Por otro lado, la definición de la gratitud como un estado emocional o afectivo se refiere a una sensación que surge cuando uno reconoce que ha obtenido un resultado valorado personalmente como positivo de una fuente externa.
Sea cual sea la forma en la que definamos el agradecimiento, lo cierto es que es un estado complejo de componentes cognitivos y emocionales. Estos interactúan activando en sincronía regiones del cerebro que se relacionan con conceptos sociales, respuestas emocionales y circuitos del placer.
En este sentido, la gratitud es una cualidad fuertemente relacionada con la salud mental, la satisfacción vital, el optimismo, la autoestima, las relaciones interpersonales, así como la felicidad personal.
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), las personas agradecidas son más felices y están más satisfechas con su vida. Además, el cultivo de la gratitud contribuye al fortalecimiento emocional del individuo, lo que contribuye a la resolución de crisis.
11 de enero, día del agradecimiento
El origen de este día está perdido en el tiempo. Una hipótesis sugiere que el día del agradecimiento lo inventó una compañía de tarjetas postales para aumentar sus ventas. Sea cual sea el origen lo cierto es que cualquier momento y, en especial este día, es bueno para agradecer.
Agradecer no sólo por la vida, por el trabajo, por el tiempo pasado, presente y futuro. Agradecer por ser lo que somos, por los problemas y las soluciones, por el amor y el dolor, por el día y la noche. Porque sin los contrastes de la vida no podríamos reconocer la bondad y la maldad, el dolor y la felicidad. Hoy y siempre, aprovecha para agradecerle a todos los seres vivos que han dado su vida para que tengas un algo que comer, algo que vestir, algo que disfrutar. Agradece hoy y siempre por tu vida y por tener el privilegio de agradecer.
