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Hoy, gracias a los avances en genética reproductiva, es posible analizar el ADN de un embrión antes del embarazo, con el objetivo de prevenir enfermedades hereditarias graves.
La doctora Cintia Mejía García, ginecóloga y especialista en biología de la reproducción humana, explicó que cada vez más parejas en México se someten a estudios genéticos avanzados, especialmente cuando tienen antecedentes de enfermedades como fibrosis quística, distrofia muscular, síndrome de X frágil o trastornos metabólicos hereditarios.

“Se trata de un parteaguas en medicina reproductiva. Con la prueba PGT-M, podemos estudiar el material genético del embrión y detectar mutaciones específicas antes de que se implante en el útero”, señala la experta.
Este tipo de diagnóstico se realiza durante un proceso de fertilización in vitro, mediante una biopsia embrionaria. El objetivo: seleccionar únicamente los embriones libres de la mutación buscada, lo cual no solo reduce el riesgo de aborto espontáneo, sino que mejora las tasas de implantación y éxito del tratamiento.
Además de su impacto clínico, esta tecnología permite a las parejas tomar decisiones más informadas, como optar por gametos propios o recurrir a la ovodonación, según sus circunstancias y prioridades personales.
La doctora Mejía, directora del programa de Donación y Preservación de Fertilidad de Red Crea Fertilidad, señaló que esta prueba está especialmente indicada en los siguientes casos:
- Parejas portadoras de enfermedades genéticas.
- Antecedentes de hijos con síndromes o trastornos genéticos.
- Pérdidas gestacionales recurrentes.
- Trastornos ligados al cromosoma X.
- Historial familiar de alteraciones estructurales.

Otro avance importante es el PGT-SR, una prueba genética enfocada en detectar reordenamientos cromosómicos como translocaciones, inversiones o inserciones, que pueden comprometer el desarrollo del embrión sin causar síntomas evidentes en los padres.
“La genética reproductiva nos da herramientas para actuar con anticipación. Poder elegir con conciencia y respaldo científico es también un acto de amor hacia la familia que deseamos formar”, concluyó la especialista, miembro de la Asociación Mexicana de Medicina de la Reproducción (AMMR).