Marisol tiene nueve años y cursa el cuarto año de primaria. Sus padres siempre se han interesado por propiciarle un desarrollo sano y armónico en todos aspectos. Sin embargo, Marisol ha presentado últimamente algunas actitudes que antes no tenía y que sus padres consideran como caprichos momentáneos, por lo que no le dan demasiada importancia. Lo que no saben es que Marisol presenta algún trastorno de ansiedad que, de no ser atendido con oportunidad, podría ocasionarle serios problemas en un futuro no muy lejano.
Los trastornos de ansiedad producen sentimientos de angustia, de miedo o intranquilidad. Si no se atienden, pueden disminuir la calidad de vida de un niño de manera significativa.
Algunas consecuencias de la ansiedad en los niños pueden ser: poca atención en la escuela, baja autoestima, relaciones interpersonales deficientes y dificultad para adaptarse a su entorno familiar y social.
Con frecuencia, los trastornos de ansiedad son difíciles de reconocer y muchos niños que los sufren se avergüenzan y no piden ayuda. Por todo esto, es importante que los padres puedan detectarlos a tiempo.
A veces, la ansiedad aparece disfrazada y la confundimos con otras cosas como flojera, falta de iniciativa, falta de confianza o enfermedad. Pensamos que esto se debe a la edad propia del niño, a que está creciendo, a que está celoso, o porque es un niño hiperactivo. Sin embargo, podemos sospechar que nuestro hijo tiene un problema de ansiedad cuando se presenta alguna de las siguientes situaciones:
• Se resiste a iniciar cualquier actividad nueva o muestra rechazo al cambio.
• Tiene miedo a ciertas situaciones. Puede ser miedo a las críticas, a la clase de matemáticas, a los niños más grandes, a la clase de gimnasia, etc.
• Tiene dificultades para practicar algún deporte porque se pone innecesariamente nervioso, sobre todo cuando es una competencia.
• Tiene miedo a hacer nuevas amistades, por lo que se convierte en un niño solitario.
• Tiene problemas de aprendizaje en la clase.
• Fisiológicamente presenta síntomas como boca seca, respiración acelerada, necesidad de ir al baño con frecuencia, sudores, temblores, dolores de estómago, náusea, vómito o fiebre.
• Presenta pensamientos confusos, deseos de huir, pérdida de memoria, pesadillas o terrores nocturnos; comete errores que en otro momento serían impensables o tiene pensamientos negativos del tipo “no puedo”.
Con información de: Gente contra la Ansiedad
En México existe una solución para el grave problema de la ansiedad, “Gente contra la ansiedad” es una campaña que brinda las herramientas necesarias para que la gente se informe y de ser necesario, acuda a un médico especialista. Consulta www.ansiedadcero.com o llama a 01800 ANSIEDAD desde el interior de la República Mexicana y en el Distrito Federal 1105-5953.