Lorenzo Leija Salas, adscrito al Departamento de Bioelectrónica del Cinvestav y líder del proyecto, dice que es un desarrollo ambicioso, cuya propuesta radica en la aplicación de dichas ondas sobre el cuerpo, las cuales al ser reflejadas, podrán medir los cambios asociados a la temperatura.
El termómetro, comenta, es un instrumento que una vez finalizado será capaz de registrar las diferencias de temperatura en el organismo de un paciente, las cuales serán sometidas a técnicas de procesamiento digital para localizar la forma y dimensión del cuerpo con temperatura diferente al medio que le rodea.
El determinar diferencias de temperatura “anormales” en zonas del cuerpo, puede facilitar la detección temprana de la presencia de células cancerosas, dado que se sabe que este tipo de células tienen mayor temperatura que las células sanas.
Con esta información el médico tendrá una herramienta que le ayudará a proponer un diagnóstico y/o solicitar otros análisis más precisos, con el fin de determinar si se trata de un cáncer o no.
El investigador del Cinvestav, precisa que tras 11 años de investigación, se tienen resueltos los principios físicos de operación y medición del termómetro, por lo que ahora se enfocan a la parte operacional.
La fase experimental básica de aplicación del termómetro 3D se realizó y se obtuvieron resultados positivos, dice, por lo que se espera en un futuro cercano someter ese instrumento a pruebas clínicas, para que pronto sea posible aplicarlo en pacientes.
Leija Salas enfatizó que esta tecnología en desarrollo es única en el mundo, por lo que abre un campo de posibilidades para la detección temprana del cáncer, antes que el crecimiento celular llegue a ser notorio por su tamaño y volumen.
Este desarrollo se trabaja en conjunto con un grupo del Instituto de Acústica del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España, quienes cuentan con más de 30 años de experiencia en el campo de las aplicaciones del ultrasonido.