¡Amazonas de la Tormenta del Sur! Espero que sus días no estén tan mojados como las lluvias. Aunque es casi inevitable.
Te quiero compartir esta Luna nueva acerca de un libro que para mi gran alegría regresó a mi existencia. Como buena medio gringa que soy, de niña también leía en inglés, y por eso tuve la suerte de que alguien –algún ángel, seguramente– me entregara Free to be you and me («Libres para ser, tu y yo»), libro con casete incluido, que hizo una gran diferencia en mi vida.
Free to be… fue un producto de los años 1970, cuando la actriz Marlo Thomas no encontraba cuentos para sus sobrinos que reflejaran el sentido de igualdad entre géneros, colores, niños y adultos y ancianos; que permitieran a cada individuo imaginarse sus posibilidades de vida como más amplias de lo que se establecía y a respetar el camino del otro como válido también. Thomas reclutó a seres creativos de su entorno y entre todos inventaron poemas y cuentos, dibujaron caricaturas y compusieron las divertidas canciones de este libro.
A mí me sirvió en mi visión personal. Yo leía: Todo niño en esta tierra crece a ser su propio hombre. Toda niña crece a ser su propia mujer. Leía acerca de Dudley Pippin, un chico que aprendía que no era un «maricón» si lloraba, sino que el maricón era el que no lloraba por miedo a que los otros dijeran que era maricón por llorar.
Y sobre William, que quería tener una muñeca, y cuyo papá le dio una pelota de básquetbol, un guante de béisbol, canicas y otras cosas que le pertenecen a los niños por derecho cósmico. Hasta que su abuela dice que un niño puede jugar con una muñeca, porque un día va a ser papá y con su muñeca puede aprender a cambiar a su bebé y darle la botella.
No tan lejos de la nueva visión de paternidad presente que promovemos.
Ideas revolucionarias en los años 1960 en Estados Unidos, y que todavía no encuentran cauce literario para nuestros niños acá. Libres para ser, tú y yo hablaba de un mundo compartido, sin etiquetas, de respeto a la experiencia de vida de los demás y respeto a tu propio sentir.
Este libro se volvió un bestseller y 25 años después de su producción, presentaron el libro original con una secuela llamada Free to be a family («Libres para ser una familia»), que hacía lo mismo pero con el entorno familiar.
Propongo un esfuerzo colectivo para realizar un proyecto tan maravilloso en nuestro idioma y con nuestro propio contexto cultural. Podríamos comenzar con una propuesta para que nuestras hijas tengan una referencia básica de libertad y respeto similar.
Disfruten su Luna.