Como muchas cosas que pasan hoy en día, debemos de voltear hacia África para reconocernos como especie y humanidad, después de todo lo que en el pasado le negaron nuestros ancestros al gran continente negro. Pero lo decimos con mucho orgullo y no porque el Mundial de Fútbol esté a la vuelta de la esquina en Sudáfrica, sino por algo que en el fondo ha sido más importante, y que incluso al beberlo, pudo influir para que se inspirasen los ingleses que inventaran este deporte de la patada.
Bien, sepan bien que ahora se cuenta con la certeza de que la planta de café nació en Eritrea, país al que antes se le conocía por Etiopía, y que transcurrieron miles de años antes de que la humanidad descubriera los fabulosos e increibles secretos de sabor que se producen cuando los frutos de esta plántula se secan, se tuestan y se muelen.
Y es que hoy en día no nos deben de extrañar algunas teorías evolucionistas que como mexicanos, me cae que enojan y mucho. Pero ni modo, así sucede con la sorpresa de que el maíz también nació en África, el cual creíamos muy “americano”, dicho sea en la mejor acepción antiyanqui del vocablo.
También debemos de tomar muy en cuenta que por la diferencia de horario entre Sudáfrica y México, que es de siete horas adelante, durante el Mundial el café se debe de imponer entre el público pambolero mexica, antes que la preferencias de una cerveza bien helada, claro si cabe la coherencia y sentido común, y no el pretexto de una desagradeble “cruda”.
Si tomas en cuenta la incomodidad que significará aguantar a tu jefe que va a estar como operado del cerebro para creer que vas a llegar temprano a la chamba y que de inmediato te pongas a trabajar, los partidos en Sudáfrica si empiezan a las 13 horas, aquí se transmitirán entre las seis y siete de la mañana.
De hecho, la inauguración que es el día “D” de la verdad: México-Sudáfrica, será a las seis de la mañana. ¿Y con qué vas a despertar? Pues con un buen café, al menos de que te quieras quedar atragantada del susto porque en ese momento te va a caer el veinte de que el Vasco Aguirre todo este tiempo te engañó, y que en efecto, prefiere ampliar ese vicio de las mentiras en pleno camellón de Reforma y abajo del Angel de la Independencia hablando de que somos muy “chipotles”, pero que ni en los hechos ni con el balón lo somos.
Así que para que le encuentres mejor sabor a ese cafecito mundialista, aquí te pasamos algunas recetas, según corresponda, para no llorar o para festejar.
Por cierto, no olvides que cinco de las 32 selecciones participantes representan a países productores de café: Camerún, Costa de Marfil, Honduras, Brasil y México.
¡Salud!
RECETAS
Café d’amour
Un poquito de canela
Un café express
Una puntita de cacao (o chocolate amargo)
Una cucharadita de Contreau
Calienta una taza de café y sirve el café express.
Mezcla con una raja de canela como si fuera cuchara.
Café irlandés
(Para dos personas)
Una cucharada de azúcar sin refinar
Seis cucharaditas de whisky irlandés
Dos cafés largos
Seis cucharadas de nata o crema batida
Mete el azúcar en un vaso de cristal templado y añada el whisky. Pon el vaso en la cafetera y presione dos veces el botón de café largo.
Inserta una cuchara en el café para que se caliente y utilizala para que la crema o nata se deslice sobre la superficie de la bebida.
Café Fly
(Para dos personas)
Un café largo
Un huevo
Una onza de triple sec
Una onza de cognac
Una cucharadita de café en polvo
Vierte el café largo, el huevo, el cognac y la triple sec en un vaso para preparar martínis.
Agítalo con fuerza. Sirve en una vaso y esplovorea el café soluble.
Café de París
3/4 de vaso de ginebra
1/8 de vaso de nata o crema liquida
1/8 de vaso de anís
1 café largo
Hielo
Prepara un café largo con su cafetera.
Vierte el café, ginebra, nata o crema, anís y hielo en una vaso para preparar martinis.
Bate con fuerza y sirve en copa o taza para café.