La licenciada en nutrición Cecilia García Schinkel nos da magnificas noticias sobre el aporte nutrimental de las peras.
En estos tiempos en los que la conciencia sobre la salud y la correcta alimentación va en aumento, conocer las propiedades nutrimentales de los alimentos se ha vuelto una necesidad. Y aunque leer la composición química y la etiqueta nutrimental nos puede brindar una idea bastante aproximada del aporte de cada ingrediente, la verdad es que su origen y su manejo tienen un impacto sobre la calidad final y el aporte nutrimental real de cada pieza que llega a nuestras mesas. Por eso, las peras son alimentos que destacan por su calidad y aporte nutrimental.
Las peras son un muy buen vehículo de azúcares y otros carbohidratos naturales que sirven como combustible esencial para el correcto funcionamiento del sistema nervioso, incluido el cerebro y del sistema muscular, facilitando el movimiento y ayudando a mejorar el rendimiento tanto escolar como laboral y en el deporte.
Además las peras son un excelente vehículo de fibra pues contienen hasta 24% de la recomendación diaria de este grupo de sustancias esenciales para la correcta digestión y la salud del aparato digestivo en cada pieza de fruta.
Las peras también aportan cantidades importantes de vitamina C, hasta 10% de la recomendación diaria de este muy sensible nutrimento que es indispensable para la salud de la piel y las membranas protectoras del cuerpo, que nos ayuda a defendernos de las enfermedades infecciosas y que nos protege de la oxidación que envejece y promueve las mutaciones asociadas con las primeras etapas del cáncer.
Las peras no solamente son muy ricas y suavecitas, perfumadas y jugosas, sino que además contienen antioxidantes naturales que nos ayudan a combatir a los agentes radicales libres y agua que contribuye a la correcta hidratación y a la excreción de desechos en el cuerpo.
Las Peras son cosechadas cuando alcanzan su madurez fisiológica, o sea su máximo peso y tamaño, pero antes de que empiecen a sufrir las transformaciones que las suavizan y las ponen en riesgo de magullarse. Esto ayuda a mantener intacto el sabor de las peras y evita la concentración de sustancias gomosas y pegajosas, como las ligninas en su tejido interior, que les da una sensación hueca al morderlas y la textura pegajosa al masticarlas. En las peras cosechadas a tiempo y a mano, como las que nos llegan del noroeste de Estados Unidos, estos procesos no se dan, pues las condiciones de cultivo así lo garantizan. Los agricultores cosechan cada pera a mano, y las colocan en recipientes especiales que las protegen de los golpes.
Luego son transportadas en agua, lo que minimiza la posibilidad de golpes y magulladuras, para ser seleccionadas por tamaño y grado y ser empacadas a mano para su exportación. Cada Pera es envuelta individualmente en papel para protegerla durante su almacenamiento y transporte. Son colocadas en cámaras de refrigeración, donde se detiene la maduración para que cada fruta llegue a los consumidores en condiciones óptimas y sean ellos quienes permitan la maduración hasta el grado deseado ya sea en casa, en restaurantes o en servicios de alimentos.
Así cuando en el supermercado o mercado elegimos cada pera de distintas variedades y colores podemos estar seguros de estar recibiendo la mejor calidad y de que las cualidades nutrimentales de la fruta están intactas, sobre todo la vitamina C que es muy sensible al calor, a la exposición prolongada al oxígeno, a los golpes y a la luz.
Por eso, cuando compramos Peras compramos calidad y un eficaz vehículo de nutrimentos, además de una fruta deliciosa y jugosa, versátil y fácil de comer.
Por su aporte de fibra, agua, hidratos de carbono y vitamina C, las peras son alimentos muy valiosos para la dieta. Pero por su manejo y cuidado al cosechar y transportar, son las Peras USA la opción que garantiza la calidad y el cuidado de estos valiosos aportes de nutrición y salud