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La artritis reumatoide, como el lupus eritematoso, es una enfermedad crónico inflamatoria de origen autoinmune, por lo que no se tiene claro por qué se presenta, aunque se sabe que existe un factor genético que contribuye a su desarrollo.
“En esta enfermedad el cuerpo ataca a las articulaciones, haciendo que duelan e inflamándolas. También afecta al líquido sinovial, generado por el tejido sinovial que es el que recubre la articulación produciendo este líquido para lubricar la articulación y permitir su movimiento”, menciona el Dr. Mario Pérez Cristóbal, reumatólogo del Centro Médico Siglo XXI y miembro del Consejo Mexicano de Reumatología.
Tiene una prevalencia del 1 por ciento de la población. Es más frecuente en mujeres de 30 a 40 años, aunque también llega a afectar a hombres y gente de edad avanzada.
¿Cuáles son los síntomas?
Pueden variar, pero los más claros son:
- Dolor en articulaciones. Afecta a los nudillos principalmente.
- Dolor en reposo. Se presenta en la noche y suele despertar a quien lo sufre. Por la mañana la articulación se siente rígida y la sensación mejora a lo largo del día.
- Cansancio
- Limitación para realizar algunas actividades. “Por ejemplo, algunos pacientes expresan que les cuesta mucho trabajo abrir un frasco, o amarrarse las agujetas e incluso peinarse cuando el caso es avanzado”, explica el especialista.
¿Con quién acudir?
El médico indicado para tratar este tipo de padecimientos es el reumatólogo. Lo lamentable es que el diagnóstico y tratamiento se retrasa mucho, muchas personas visitan tres médicos antes de llegar con el especialista o utilizan terapias alternativas.
Tratamiento
El éxito en el tratamiento para pacientes con artritis reumatoide es muy alto. Lo ideal es la combinación de terapias, desde 1998 se supo que hacerlo de esta manera mejoraba la efectividad del tratamiento en un 80 por ciento.
“Lo maravilloso, es que con un seguimiento adecuado los pacientes con artritis llevan una vida normal. En la actualidad se utilizan modificadores de la enfermedad, esteroides, antiinflamatorios, entre otros, y también la terapia biológica”, agrega el Dr. Pérez Cristóbal.
Complicaciones
A pesar de ser una enfermedad mucho menos grave que el lupus eritematoso, sí se pueden presentar complicaciones cuando no se detecta de manera oportuna, llegando a casos en los que como la articulación ya está tan afectada, se debe colocar una prótesis, lo cual puede ser incapacitante.
“También en los pacientes con artritis se asocia la arteriosclerosis acelerada pero en mayor cantidad, esto puede contribuir al desarrollo de enfermedades cardiovasculares como es el infarto agudo del miocardio, algunas personas no saben que padecen la enfermedad hasta que llegan al hospital infartados y se descubre que tienen artritis”, menciona.
Detección temprana
La detección oportuna es básica como en cualquier otra enfermedad, lo importante en el caso de esta enfermedad, es que como ya se mencionó, se evite lo más posible la afectación a la articulación.
“Lo mejor es que si te duelen las articulaciones vayas al reumatólogo, porque la gente se encuentra también médicos sin ética que los operan sin saber que eso no es la solución a un problema de artritis.
En la actualidad hay muchos métodos para la detección temprana como el análisis de anticuerpos en la sangre y la utilización del ultrasonido articular, a través del cual se pueden detectar erosiones en las articulaciones hasta un año antes de que aparezcan en una radiografía simple, además de que permite ver el tejido que va creciendo”, puntualiza el Dr. Pérez.
¿Terapias alternativas?
Uno de los mayores problemas en el caso de esta enfermedad es la gran cantidad de medidas alternativas que las personas toman antes de llegar con el especialista, lo cual retrasa el diagnóstico.
“Una vez que ya está detectada la enfermedad y que están recibiendo tratamiento, nosotros les decimos a los pacientes que antes de tomar o hacer alguna cosa, nos pregunten. La acupuntura tiene su lugar, de hecho los reumatólogos infiltramos en la articulación para disminuir el dolor.
El tai chi por ejemplo, ha demostrado ser un buen método para que los pacientes con artritis se rehabiliten. Les ayuda a mejorar también su umbral del dolor y a aceptar el padecimiento. Pero lo ideal es pensar esto como medicina complementaria, no se puede ceder al tratamiento médico porque ahí está la respuesta de tener una buena calidad de vida y poner en remisión la enfermedad”, finaliza el Dr. Pérez Cristóbal.
