Acabo de ver la película Ninfomanía y además de lo controversial del tema, me dejó pensando sobre las relaciones y de las etiquetas de lo bueno y lo malo.
http://youtu.be/5W9zUeArgtY
Platicando con mi amigo Mau coincidimos en que el sexo tiene diferentes connotaciones y significados, pero definitivamente importa y cobra mucho sentido en la vida de las personas/parejas.
Hace poco escuché la frase “podré coger con cualquiera pero dormir, sólo contigo” y me hizo todo el sentido del mundo.
El acto de una relación sexual es sencillo, fácil, en estricto sentido instintivo, animal, biológico, no se requiere más que de contacto físico y listo; pero el compromiso con una pareja, la complicidad, el querer estar con la otra persona, el ser equipo, el dormir con alguien y compartir las vidas; para eso se requiere mucho más que un contacto.
Si es así, entonces ¿por qué la infidelidad -si sólo nos referimos a un acostón- destruye una relación? ¿Por qué se le da más peso a eso, que a involucrarse sentimentalmente con otra persona aun cuando no hayan tenido algún encuentro sexual? ¿Qué no es más fuerte lo segundo? Será porque pensamos que en el primero hay más intimidad por el tema de la desnudez, porque existe contacto físico, besos, caricias, etc.
Pero qué me dicen de desnudar el alma, de tener un confidente, de dejarte al descubierto ante la otra persona, indefenso, ser tu.
¿Qué es lo que realmente importa? Si sabes que tu pareja es leal, que te acompañará en todo momento; qué relevancia se le da al coger con alguien más. Ojo no estoy invitando a que nadie lo haga, o que sea una práctica cotidiana o que yo lo tenga planeado; pero ¿dónde está la delgada línea? Y obvio si a mí me lo hicieran -cualquiera de las dos- estaría horrendo y quedaría devastada, pa’ la basura p´acabar pronto.
Pero siguiendo este mismo cuestionamiento, entonces ¿quién es el infiel? El que tuvo sólo sexo por placer o el que no tuvo sexo pero se involucró lo suficiente como para olvidarse del placer que le provocaba estar con alguien sólo durmiendo.
