Esta enfermedad es casi desconocida y poco diagnosticada, por lo cual si no es tratada a tiempo, puede terminar con la amputación de una extremidad, así como con riesgo de muerte por infarto al corazón o cerebro.
Se considera que afecta hasta una cuarta parte de las personas mayores de 50 años que tienen alguno o varios de los factores de riesgo, como lo son la diabetes, hipertensión, obesidad, colesterol alto, sedentarismo o infartos previos.
La serie de síntomas desembocados por esta enfermedad son conocidos como Claudicación Intermitente; se caracterizan por intenso dolor, pesadez, cansancio, hormigueo, adormecimiento en los músculos de las piernas y calambres durante actividades como caminar o subir escaleras. Estos síntomas desaparecen una vez que se acaba la actividad o durante el descanso.
Algunos otros síntomas son:
- Llagas o heridas en los dedos de los pies y piernas, las cuales tardan en sanar o no sanan.
- Cambio de color en la piel de los pies, incluso tornándose pálidos o azules.
- Tempera más baja en una pierna que en la otra.
- Falta de crecimiento de las uñas y del vello de los dedos de los pies y las piernas.
“Identificar este trastorno es de suma importancia, puesto que la EAP generalmente es el detonante de complicaciones cardiovasculares que pueden llegar a causar discapacidad y muerte como un infarto del corazón o la enfermedad vascular cerebral, comúnmente conocida como embolia” – Mencionó el Dr. Enrique Gómez Álvarez , Jefe de Cardio-cirugía del Centro Médico Nacional “20 de Noviembre” del ISSSTE.
Subestimar la EAP contribuye a identificar tardíamente la enfermedad y al incremento en la incidencia de amputaciones y mortalidad, por eso es fundamental que toda persona que identifique los factores de riesgo sea examinada por su médico o si sospecha padecerla, acuda a un especialista para que le sean practicados exámenes de detección y así prevenir a tiempo las complicaciones, señaló el Dr. Manuel Duarte Vega, internista adscrito al servicio de Medicina Interna del Nuevo Hospital Civil “Juan I. Menchaca” en Guadalajara.Los factores de riesgo para tener esta enfermedad son:
- Tener más de 50 años. En algunos casos se presenta desde los 40 años de edad.
- Ser o haber sido fumador.
- Diabetes. Uno de cada tres diabéticos de más de 50 años tiene una alta probabilidad de presentar EAP.
- Hipertensión arterial.
- Hipercolesterolemia (colesterol alto).
- Tener un historial personal de enfermedades vasculares, ataque al corazón o al cerebro. Quienes presentan insuficiencia cardiaca, tienen una probabilidad del 30% de padecer esta enfermedad.
- Vida sedentaria.
Para el tratamiento, los especialistas piden cambios en el estilo de vida, incluyendo hábitos saludables; también se receta el uso de fármacos para reducir los niveles de presión arterial y colesterol, así como para el control de la diabetes. A su vez se llevan a cabo procedimientos médicos y quirúrgicos como la angioplastia y la cirugía de injerto de derivación.
Finalmente, los médicos especialistas coincidieron en la importancia que tiene sensibilizar a la población y a los profesionales de la salud sobre la detección temprana y tratamiento de la Enfermedad Arterial Periférica, práctica que ayudará a que miles de mexicanos y personas de todo el mundo en general, puedan realizar sus actividades y reduzcan el riesgo de amputación y eventos cardiovasculares mortales.
Fuente (s): Comunicado de Grupo Merck.