Durante décadas la enfermedad del alcoholismo se asoció al género masculino, mientras que en las mujeres no se visibilizaba; actualmente en México se ha incrementado la ingesta de bebidas alcohólicas en ambos sexos. En gran medida su consumo es asociado como un hábito social, presente en reuniones, celebraciones y acuerdos laborales; ha fungido como un elemento para sobrellevar el dolor, los sentimientos de tristeza y el estrés.
De esta forma, el consumo de alcohol se ha posicionado de manera gradual en la vida de las mujeres, mostrándose como una realidad contemporánea y un problema de salud pública. Un tema en el que aún falta camino por recorrer para lograr la salud y bienestar de las mujeres.En este contexto, el Instituto Nacional de las Mujeres se sumó a la 20° Semana Nacional de Información sobre Alcoholismo, bajo el tema “20 años sumando esfuerzos para sensibilizar a millones de mexicanas y mexicanos sobre la enfermedad del alcoholismo y sus consecuencias”, exhortando a que más dependencias y organismos públicos difundan información para su prevención y atención en un marco de derechos humanos.
Así, la Central Mexicana de Servicios Generales de Alcohólicos Anónimos tiene a disposición 14,695 grupos de auto-ayuda en todo el país, 113 grupos en Centros de Tratamiento (Clínicas y hospitales) y una línea de ayuda a través del 01 800 2169231.
El Inmujeres exhortó a que cada mujer y hombre lleve a cabo de manera permanente actividades cotidianas para la prevención y promoción de la salud motivando una mejor calidad de vida que favorezca el desarrollo físico, psicológico y social, apoyándose en la familia, las amistades y las instituciones dedicas a la prevención de este problema.