En el ISSSTE se ha hecho un esfuerzo importante en empoderar a las mujeres para que se acerquen a los servicios de salud y, en caso de estar en riesgo, prevenir el cáncer cérvico-uterino, indicó Ismael Ruiz Fraga, Jefe del Departamento de Enfermedades Crónicas y Degenerativas en la Dirección Médica del organismo.
La estrategia nacional incluye la aplicación de Papanicolaou y pruebas de PCR que detectan el Virus del Papiloma Humano. El Instituto cuenta con 10 laboratorios moleculares en el país, 44 de citología y 57 colposcopistasEl ISSSTE es líder en América Latina en la práctica de co-test en la prevención del cáncer cérvico-uterino, con una estrategia nacional que incluye la detección de riesgos por Virus del Papiloma Humano (VPH) a través de una prueba molecular denominada PCR (por las siglas en inglés de Polymerase Chain Reaction, Reacción en Cadena de Polimerasa), única en el sector salud, y la detección de lesiones por medio de Papanicolaou (citología), subrayó Ismael Ruiz Fraga, Jefe del Departamento de Enfermedades Crónicas y Degenerativas en la Dirección Médica del ISSSTE.
El especialista destacó que uno de los beneficios de estas acciones, es que han contribuido a reducir casi 0.8 puntos porcentuales la tasa de mortalidad en los últimos cinco años por cáncer cérvico-uterino entre la derechohabiencia, al pasar de 6.9 por cada 100 mil habitantes a 6.1, y ayudar en la detección temprana para su tratamiento oportuno.
La práctica del co-testing, explicó Ruiz Fraga, consiste en dos exámenes que se obtienen de la misma muestra:
- el Papanicolaou
- y el PCR
Que detecta 14 genotipos del VPH relacionados con el riesgo de desarrollo del cáncer, entre los que destacan los genotipos 16 y 18, responsables del 75% de los casos.
En números, dijo que “de 500 mil mujeres a las que se les hace el tamizaje, el 2%, es decir 10 mil, va a presentar algún genotipo de alto riesgo, la mitad relacionado con virus 16 y 18 y el resto con algún otro”, ejemplificó.
La toma de las muestras se realiza en las 35 Delegaciones Estatales y Regionales del país y se cuenta con 10 laboratorios para genotipificar las pruebas moleculares de PRC, ubicadas en:
- el Hospital Regional “Adolfo López Mateos”;
- el Centro de Apoyo y Diagnóstico “San Rafael”;
- en la Clínica de Detección y Diagnóstico Automatizado (CLIDDA);
- en la Clínica de Medicina Familiar (CMF) de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas;
- en el Hospital Regional de Oaxaca;
- en la CMF “Heroica de Veracruz”;
- en el Hospital Regional “Valentín Gómez Farías” de Guadalajara;
- en la CMF “Otay”, Baja California;
- en la CMF “Escobedo”, Tamaulipas
- y en el Hospital Regional “Centenario de la Revolución Mexicana”, en Morelos.
Agregó que para las pruebas de Papanicolaou, el ISSSTE cuenta con una infraestructura de 44 laboratorios de citología y 57 colposcopistas en todo el país.
El Jefe de Departamento de Enfermedades Crónicas y Degenerativas subrayó que el Instituto tiene una capacidad física para practicar más de 800 mil citologías, más de medio millón de pruebas de PRC y en colposcopía para más de 200 mil. Asimismo, indicó que mientras en 2010 se tenían alrededor de 280 defunciones por cáncer cérvico-uterino, en 2013 se registraron 240, “por lo que estas acciones permitieron identificar a 40 mujeres en riesgo”.
Recordó que la estrategia de PCR inició en el sureste en 2009, donde se registraban mayores tasas de mortalidad, y está disponible en todo el país desde hace dos años.
Recomendó a las derechohabientes de entre 25 y 34 años acudir con su médico, quien a través de un cuestionario identificará factores de riesgo -múltiples parejas sexuales, inicio de actividad sexual a temprana edad, tener infecciones frecuentes, ser fumadora, usar hormonales y haber tenido más de tres partos- para proceder a la práctica de una citología, misma que debe solicitarse cada dos años.
Las pacientes de 25 a 65 años pueden practicarse la prueba de PCR y la periodicidad de su aplicación es de cada cinco años. “En citología tenemos una cobertura de 33% anual, por lo que en tres años se revisa al 100% de las pacientes”, informó Ruiz Fraga y, lo mismo ocurre con el PCR, con una cobertura anual de 20%, para abarcar el total en cinco años.
En el ISSSTE se ha hecho un esfuerzo importante en empoderar a las mujeres para que se acerquen a los servicios de salud y, en caso de estar en riesgo, prevenir el cáncer cérvico-uterino, indicó.