La prevención de la diabetes tipo 2 se ha centrado en gran medida en la modificación del comportamiento. Un estudio analizo el grado en que las modificaciones de comportamiento tendrán éxito en entornos que promueven las nuevas conductas.
Los recursos en un vecindario para apoyar una mayor actividad física y, en menor medida, dietas saludables parecen estar asociados con una menor incidencia de la diabetes tipo 2, aunque los resultados varían según el método de medición utilizado, según un artículo publicado en línea por JAMA Internal Medicine.El investigador Paul J. Christine, MPH, de la Universidad de Michigan, Ann Arbor, y co-autores investigaron si la exposición a largo plazo a vecindarios, entornos físicos y sociales, incluyendo la disponibilidad de alimentos saludables, recursos para la actividad física, y los niveles de cohesión social y la seguridad, se asociaron con el desarrollo de diabetes tipo 2 durante un período de 10 años.
Los autores utilizaron datos del Multi-Ethnic Study of Atherosclerosis (Estudio Multiétnico de Aterosclerosis) y tenía un grupo de 5,124 personas que estaban libres de diabetes mellitus tipo 2 al inicio del estudio y que se sometieron a exámenes de seguimiento entre los años de 2000 y 2012. Los autores recogen información en el vecindario de la comida sana y los recursos de actividad física de dos maneras: hubo sistema de información geográfica basadas en el acceso a las tiendas de alimentos más propensos a vender alimentos más saludables y el acceso a las instalaciones recreativas, así como información de la encuesta acerca de la disponibilidad de alimentos saludables, el entorno de pie y lo social medio ambiente para la seguridad y la cohesión social.
Durante una media de seguimiento de casi nueve años, los autores encontraron que en 616 de 5,124 participantes desarrollaron diabetes tipo 2 (12%). Los nuevos casos de diabetes tipo 2 tenían más probabilidades de encontrarse en individuos que eran negros o hispanos, tenía menores ingresos, menos años de educación, con dietas menos saludables, niveles más bajos de actividad física moderada y vigorosa, con un índice de masa corporal más alto, y una historia familiar de diabetes tipo 2.
Tras considerar una serie de factores relacionados con el paciente, un menor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 se asoció con una mayor exposición acumulativa al vecindario con alimentos saludables (12%) y los recursos de actividad física (21%). Sin embargo, los resultados variaron con base en el método de medición utilizado con las asociaciones encontradas principalmente con la sede de la encuesta, basada en información geográfica. El entorno social del vecindario no se asoció con nuevos casos de diabetes tipo 2.
«Nuestros resultados sugieren que la modificación de las características específicas de los entornos de los vecindarios, incluyendo el aumento de la disponibilidad de alimentos saludables y recursos para la actividad física, pueden ayudar a mitigar el riesgo de diabetes tipo 2, aunque se necesitan estudios adicionales de intervención con medidas de múltiples características de vecindarios. Tales enfoques puede ser especialmente importante para abordar las disparidades en la diabetes tipo 2 dada la concentración población de bajos ingresos y poblaciones minoritarias en los vecindarios con menos recursos que promueven la salud«, concluye el estudio.
Referencias
- Nancy E. Adler, PhD; Aric A. Prather, PhD Risk for Type 2 Diabetes Mellitus Person, Place, and Precision Prevention Publicado el 29 de junio de 2015 Disponible en http://archinte.jamanetwork.com/article.aspx?articleid=2337252