El nuevo informe publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), señala que el número de personas de más de 60 años se duplicará de aquí a 2050, ya que los avances en medicina están ayudando a más personas a vivir más años, lo que exigirá importantes cambios sociales.
Es cierto que algunas personas de la tercera edad viven más tiempo y con mejor salud, pero suelen pertenecer a los segmentos más favorables de la sociedad. “Las personas mayores de entornos desfavorecidos y de países pobres y aquellas con menos oportunidades y recursos también tendrán probablemente peor salud y mayores necesidades”, dice el Dr. Beard.
En el informe se resalta que los gobiernos deben poner en práctica políticas que permitan a las personas de la tercera edad seguir participando en la sociedad y que eviten el aumento de las desigualdades que suelen subyacer a la mala salud en la vejez.
El texto rechaza el estereotipo según el cual los ancianos son frágiles y dependientes, y se afirma que las numerosas contribuciones que realizan se suelen pasar por alto, mientras que frecuentemente se exagera la presión que el envejecimiento de la población ejercerá sobre la sociedad.
Esto revestirá una especial importancia para el sexo femenino, ya que la mayoría de las personas de la tercera edad son mujeres y son éstas las que se suelen ocupar de los miembros de la familia que ya no pueden cuidar de sí mismos.
“Cuando miramos hacia el futuro, tenemos que valorar la importancia del envejecimiento en la vida de las mujeres, especialmente en los países pobres”, dice la Dra. Flavia Bustreo, Subdirectora General de la OMS, encargada de la salud de la familia, la mujer y el niño. “Asimismo debemos reflexionar mucho más sobre cómo podemos garantizar la salud de las mujeres a lo largo del ciclo de vida”, recalca.
En el informe se destacan tres esferas esenciales de acción que requerirán un cambio fundamental:
- Que los lugares donde vivimos estén mucho más adaptados a los ancianos.
- Será crucial readaptar los sistemas de salud a las necesidades de las personas de la tercera edad. Para ello, será necesario pasar de los sistemas diseñados para tratar enfermedades agudas a sistemas en los que se puedan atender de manera continuada las afecciones crónicas, cuya prevalencia aumenta en la vejez.
- Los gobiernos tienen que potenciar los sistemas de atención crónica para reducir el recurso inadecuado a los servicios de atención de afecciones agudas y velar por que las personas vivan sus últimos años con dignidad.
“Actualmente la mayoría de las personas, incluso en los países más pobres, viven más años”, confirma la Dra. Margeret Chan, Directora General de la OMS. “Sin embargo, esto no es suficiente. Tenemos que velar no sólo porque algunas personas vivan más, sino también por que lo hagan con buena salud, plenitud y dignidad”.