Es curioso como muchos adultos, por el solo hecho de escuchar que un niño se expresa de manera correcta y con educación, se olvidan que aun no pueden entender aspectos importantes del mundo que los rodea, incluso que sus ideas y pensamientos no están suficientemente estructurados, porque no están en el tiempo adecuado para madurar.En mi experiencia he visto casos donde un niño es el confidente de un adulto, y esto provoca que el niño se angustie, porque no pueden resolver los problemas que escucha, esto es muy lamentable. Recordemos los niños solo son eso: niños y tienen que vivir su infancia de la mejor manera, no son adultos pequeños. Los adultos tenemos que tomar conciencia de esto, principalmente si son los padres los que someten a sus hijos a vivir de esta manera.
En algunas ocasiones han llegado padres al consultorio con niños con problemas de: insomnio, timidez, falta de concentración, enuresis nocturna, bajo rendimiento escolar en los últimos meses, demasiada pasividad o encierro, enojo, llanto repentino… etc, entre otros motivos y lo que me expresan los padres, es que por más que les preguntan a sus hijos que ocurre no obtienen respuesta. Cuando indago en terapia las causas, es muy común que algunas de las razones sean entre otras:
- Que no quieren que sus padres se peleen o sufran, porque mamá o papá, están tristes.
- Que no saben cómo ayudar a papá o mamá, porque no entienden que pasa, los dos o uno de ellos, les dicen que el otro es malo.
- Papà o mamá le dicen que diga cosas que se le olvidan y después se enojan con ellos.
- Quieren que yo les ayude a inventar algo, para que sus padres se reconcilien
- o mamá, tienen novio y ellos no pueden decir nada, porque si no ya no los van a querer.
- Los hacen cómplices de cosas no adecuadas para su edad, información que no comprenden ya sean los hermanos mayores, tíos, primos…etc.
- Sufren maltrato escolar o de algún familiar y no dicen nada, porque ya sus padres sufren mucho y no quieren ser un problema más.
Desde luego solo son algunos ejemplos, sin embargo esto muestra con claridad lo grave que es para la estima de los niños que los hagamos cómplices de situaciones que no les corresponden o bien sean nuestros confidentes en situaciones que no tienen capacidad ni de entender y mucho menos de resolver.
Es importante que como adultos reconozcamos que a veces no tenemos ni nosotros las respuestas adecuadas para resolver las situaciones que se nos presentan, el cuestionamiento sería: ¿Qué nos hace pensar que un niño “si” tiene la solución a lo que estamos viviendo?
En muchas ocasiones algunas personas cuando pierden el control sienten tanta impotencia y miedo, que en su desesperación piensan que sus hijos pueden ser su escudo contra su agresor o bien pueden ser comprendidos por ellos cuando necesitan quien cubra sus acciones.
Lo mejor que podemos hacer por un niño es darle la oportunidad de ir descubriendo el mundo a su paso, permitirle sorprenderse de lo que va conociendo y que tenga la confianza de expresarse con nosotros, que sepa que estamos para apoyarlo, si bien es cierto que no podemos encerrarlo en una burbuja donde nada malo le pase, lo que si podemos es darles un ejemplo de esfuerzo y entereza, donde les enseñemos que en nuestra vida a veces vamos a pasar dificultades y eso es normal ,pero que tenemos que buscar los medios adecuados y necesarios para salir de las situaciones difíciles que se nos vayan presentado, porque estas situaciones son temporales no van a definir su vida .
Enseñémosle a nuestros hijos a través nuestras acciones a pedir ayuda, con las personas adecuadas, a reconocer que no siempre van a tener el control, pero que siempre hay una solución, que solo hay que buscar una salida sana que implique su seguridad y protección, con estas bases seguramente sus decisiones no los van a llevar en su futuro a ir contra ellos mismos y tampoco van a recurrir a sus hijos para resolver sus problemas ¿no crees?
Seamos adultos responsables de nuestra vida, no nos comportemos como niños, esa etapa en nosotros ya pasó
