El Helicobacter Pylori es una batería que puede causar desde úlceras intestinales hasta cáncer si no se trata de forma temprana, afirmó el Premio Nobel de Medicina, doctor Barry Marshall, quien recomendó que ante cualquier síntoma gástrico se debe consultar al médico y evitar la automedicación.
En conferencia de prensa realizada con motivo del Simposio “Helicobacter Pylori : ¿Dónde estamos y hacia dónde vamos?”, realizado en el marco del 70 aniversario del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición (INCMNSZ), el Premio Nobel de Medicina explicó que esta bacteria se puede adquirir a través de diversas formas como consumir agua contaminada y por medio de la saliva.Por lo anterior, precisó que es común que se transmita en el seno familiar, sobre todo de padres a hijos al compartir los alimentos con la misma cuchara.
Acompañaron al doctor Barry Marshall los jefes de Gastroenterología del Centro Médico de Walter Reed y del Departamento de Gastroenterología del INCMNSZ, David Peura y Luis Uscanga, respectivamente, quienes coincidieron en subrayar la importancia de no automedicarse, ya que esto provoca que la bacteria se haga resistente al antibiótico, complicando su tratamiento.En su oportunidad, el especialista estadounidense David Peura mencionó que se estima que en el mundo cerca de 4 mil millones de personas tienen la bacteria, de los cuales un porcentaje importante desconoce que padece la infección.
De ellos:
- 10% podría desarrollar úlcera gástrica
- 5% dispepsia que es un trastorno digestivo que aparece después de las comidas y cuyos síntomas más frecuentes son náuseas, pesadez, dolor de estómago, ardor y flatulencia
- y menos de 1% será diagnosticado con cáncer gástrico
“Hay Helicobacter Pylori que son patógenos, pero una gran mayoría de ellos no causan una enfermedad grave”.
Señaló que en todos los casos de cáncer gástrico atendidos en el Instituto, se ha detectado la presencia de Helicobacter Pylori, es decir, es un cocarcinogéno –agente que por sí mismo no transforma una célula anormal en cancerosa, pero que junto a otro puede desencadenar dicha transformación- que, para desarrollar esta displasia, requiere de otros factores de riesgo.