A todos nos ha pasado que despertamos por algún ruido, por ir al baño, o en ocasiones sin ningún motivo, y conciliar el sueño posteriormente es difícil y a veces imposible, por lo cual al otro día nos sentimos con cansancio, de malas y con poca concentración.
En algunas ocasiones, señaló la Dra. Jacqueline Cortés, del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina de la UNAM, esto se vuelve cotidiano y es cuando empezamos a tener consecuencias como cansancio, poca concentración, o trastornos de sueño, como insomnio.Nuestro cuerpo realiza durante el día y la noche una serie de cambios físicos, mentales y conductuales que siguen un ciclo aproximado de 24 horas y que responden, principalmente, a la luz y la oscuridad. (Ritmos circadianos) [1].
Los ciclos circadianos son importantes para determinar los patrones de sueño en los seres humanos, los cuales obedecen a factores naturales del cuerpo, pero también se ven afectados por las señales del ambiente (sueño–vigilia). El sueño es una necesidad básica del organismo y su satisfacción nos permite la supervivencia. Todo lo que pasa en el cuerpo humano guarda un equilibrio, si no dormimos por una noche el cuerpo lo resiente durante el siguiente día.
El reloj principal del cuerpo, (NSQ), controla la producción de melatonina, hormona que hace tener sueño. Dado que está ubicado justo sobre los nervios ópticos, que trasmiten la información de los ojos al cerebro, el NSQ recibe información sobre la luz entrante. Cuando hay menos luz, como en la noche, el NSQ le dice al cerebro que elabore más melatonina para producir sueño.
Usualmente quienes duermen pasan a través de 4 etapas:
- Fase 1 es el sueño ligero. Se puede despertar fácilmente. En esta etapa, los ojos y músculos se relajan, cabeceamos y cerramos los ojos. Durante esta etapa, muchas personas experimentan contracciones musculares repentinas, precedidas de una sensación de estar cayendo.
- En la fase 2, ya es cuando nos dormimos, el 50% de toda la noche estamos en fase 2 del sueño. También es parte de la fase del sueño ligero, no descansamos, por lo que cualquier estímulo del ambiente nos puede despertar.
- La fase 3, es más profunda, es reparadora. Es importante en niños y adolescentes porque en esta fase se secreta la hormona de crecimiento y los niños que duermen adecuadamente no solamente tienen un mejor sistema inmune, sino que crecen más.
- La fase 4 o MOR Movimientos Oculares Rápidos (es profunda y es donde soñamos). En el sueño profundo, no hay movimiento ocular o actividad muscular. Si despertamos a alguien en esta etapa puede recordar sus sueños.
Todos, absolutamente todos, tenemos estas fases, desde la 1a. hasta la MOR, estas fases son cíclicas empiezan en la 1 hasta la MOR. Durante toda la noche podemos tener 4 – 5 ciclos de las fases de sueño. Un ciclo de sueño completo toma un promedio de 90 minutos, afirmó la especialista.
Los niños pequeños pasan casi el 50% de su tiempo en sueño MOR. Los adultos pasan cerca de la mitad del tiempo que duermen en la fase 2, cerca del 20% en MOR, y el otro 30% se divide entre las otras tres fases. Los adultos más mayores pasan progresivamente menos tiempo en el sueño MOR [2].
Todas las fases son importantes para un buen descanso y tener un sueño reparador. La doctora explicó que las horas que dormimos y que genéticamente tenemos ya determinadas para dormir, son heredadas, hay quienes con 5 horas de sueño pueden sentirse descansados, aunque la gran mayoría necesita dormir 7.5 horas para sentirse descansado, sin embargo, mencionó que hay personas que duermen 10 a 12 horas para descansar bien.
Cuando el sueño no es reparador empezamos a tener ciertos síntomas , entre otros como:
- Cansancio
- Sueño
- Dolor de cabeza
- Bajo rendimiento físico
- Irritabilidad
- Mal humor
- Depresión
- Hipersensibilidad
En este sentido existen tratamientos psicológicos y terapéuticos para ayudar a establecer una rutina para lograr un sueño reparador. El uso de melatonina representa una de las estrategias de tratamiento para la regulación del reloj biológico. Medix cuenta con melatonina de liberación prolongada y sublingual, como alternativas de tratamiento para mejorar la calidad de sueño. Se sugiere acudir con un médico para que pueda realizar una valoración integral de cada caso en particular.
Dormir es vivir. Y es que las personas que duermen bien, tienen mejor poder cognitivo y evitan enfermedades, como las cardiovasculares; los investigadores han encontrado que las personas con presión arterial normal o alta experimentan una reducción de un 20 a un 30% en la presión arterial y la reducción de 10 a 20% de la frecuencia cardíaca.
También han demostrado que durante el sueño el cerebro tiene la oportunidad de ejercer importantes conexiones neuronales que de otro modo no podrían llevarse a cabo. Durante el sueño, el cerebro reorganiza datos para encontrar la solución de un problema y consolida la memoria.
Referencias
- National Institute of General Medical Sciences; Hoja informativa sobre los ritmos circadianos; Disponibel en el URL https://www.nigms.nih.gov/education/Pages/los-ritmos-circadianos.aspx
- Instituto del Sueño, Madrid; Sueño y Edad; Disponible en el URL http://www.iis.es/fases-rem-del-sueno-infantil-en-adultos-ninos-del-bebe-dormir/