Dirigir una película y al mismo tiempo actuar en ella, es un poco difícil, porque no se disfruta ni de un lado ni del otro, reconoció el actor Gael García Bernal, quien debutó como director con la película Déficit, con guión de Kyzza Terrazas y que está ya en cartelera.
Déficit es una historia que demuestra el abismo social, afectivo y emocional que existe entre los personajes. Se explora la frialdad que tienen en su interior ante la falta del cariño paternal y que se confrontan con su propia moral; es una historia que refleja la realidad entre la juventud, en donde muchos de los actores –según reconoce García Bernal- encontraron ciertas cercanías con los personajes que de alguna manera están luchando por la forma que son vistos.
Ojalá así como el actor Gael tiene mucha convocatoria con la prensa, la tenga también con el público mexicano, este público que cada día exige más y mejores películas para no estar dependiendo del cine hollywoodense con sus enormes despliegues de efectos especiales aunque las historias sean muy pobres en contenido.
El film que se rodó en Tepoztlán, estado de Morelos, en una de esas lujosas casas con grandes extensiones de terreno, se dan cita los amigos de Cristóbal y de Mariana, su hermana. Comen, bailan, riñen, toman, y por su puesto, no pueden faltar los toques de mariguana que algún adicto ofrece a los demás, hasta que sobreviene la tragedia, al sufrir Mariana, una taquicardia por abuso de esa droga.
Déficit, aunque no tiene espectaculares efectos –más bien ninguno-, tampoco es una película que aburre, ni tampoco mantiene en suspenso al espectador, es una historia sencilla, filmada con muy pocos recursos, pero, -como dijo Gael- hecha con mucho amor. Suerte al incipiente director.