A veces me pregunto porque pretendemos adornar con frases que si bien es cierto son por demás prácticas no aplican ni a todos los casos ni a todas las personas, esto lo menciono porque me parece que hay frases como: “El que paga manda” que es ofensiva a menos por supuesto que se trate de un negocio o servicio donde al pagar estemos en todo nuestro derecho de exigir el resultado de lo que pretendemos obtener, con esto me refiero a casos como por ejemplo:
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- “Un matrimonio” donde el que más ingresos económicos aporta sea el que tiene la última palabra en las decisiones importantes de la pareja.
- “Un apoyo de un hermano a otro que tiene desventaja económica” donde este último se somete injustamente al que tiene más recursos y donde es evidente que el “aparente apoyo” tiene como finalidad controlar la vida del más débil más que ser un acto de amor.
- Esto también se da en algunas relaciones de amistades: Jefe –Empleado cuando el que paga somete al otro a ser su cómplice en algunas situaciones donde este puede no estar de acuerdo o donde más que empleado es un esclavo al que por exceso de control y confianza convierte en chófer, enfermero, confidente, cocinero…etc., claro sin horario porque el jefe se siente el «dueño de su tiempo, de su libertad y por tanto de su dignidad«.
Estos casos son más comunes de lo que reconocemos ya sea por estar de un lado o del otro de la moneda, en el supuesto de estar del lado del que tiene mayor poder económico este no se reconoce como un abusador incluso se considera generoso, en el caso del sometido este no acepta su debilidad, mucho menos se considera tonto sino que se interpreta como agradecido.
No sé ustedes que piensen pero en casos como los que mencione ¿No sería mejor hacer un contrato de compra venta de voluntad? Porque analizándolo detenidamente ¿No estamos comprando la voluntad de alguien o vendiendo nuestra voluntad a cambio de dinero? ¿Nos están considerando o nos estamos considerando menos valiosos que el dinero?
Sé que es una manera sarcástica de decirlo pero ¿No sería más conveniente en este tipo de relaciones hacer un contrato de compra venta de voluntades donde por lo menos estuviéramos consientes del sometimiento al que nos vamos a exponer? Quizá sería menos agotador y devastador en nuestra vida, así como más honesto ¿No creen?.
Hasta este momento he dado algunos ejemplos referentes al poder que tiene el dinero para obtener la voluntad de otro, sin embargo también es común el sometimiento de una persona por otra cuando existe “miedo” de por medio, para ser más clara hay casos en los que se somete a alguien aunque aparentemente se ame por temor a que se da cuenta de su capacidad y supere nuestra posición o estatus, por lo que se le recuerda constantemente su supuesta inferioridad ya sea con buenos modales o malos ¿Suena terrible verdad? pero desgraciadamente es real el egoísmo o el miedo en casos como los que mencione donde estos sentimientos superan el aparente “amor”.
Como en todos los aspectos de la vida hay una contraparte de los ejemplos anteriores y esta se da cuando alguien se siente sometido en su voluntad por chantaje, por culpabilidad o incluso por amor, aun teniendo la ventaja de tener resuelta su situación económica.
Un caso común de lo menciono se da por ejemplo: En una empresa familiar donde hay parientes trabajando y los supuestos “Subordinados” no son productivos, ni eficientes en su empleo, pero donde no se pueden cancelar sus contratos laborales porque son «familia» y está el chantaje sentimental implícito de por medio, muchas veces de una madre entre hermanos, sobrinos, primos…etc, y donde el despedirlos sería no solo romper una relación laboral sino familiar.
Otra circunstancia similar se da en las parejas donde el “matrimonio”
se da por agradecimiento, por chantaje, o porque se sienten obligados”, y por esta razón uno de los cónyuges continua sin amor con el otro por el apoyo que recibió de este en algún momento de su vida o porque no tienen más remedio.
En estos casos como en los anteriores también obtenemos la voluntad del otro aun que la persona sometida no tenga problemas económicos.
Algo es común en todos los casos y es la “Devaluación” de una persona hacia otra por su poder sobre ella tanto en la modalidad de poder económico como en el de poder emocional.
“El miedo” es el principal motivo por el que se somete la voluntad de alguien al que se quiere mantener o bajar de su posición para evitar que sea una persona segura y destacada en la vida y no solo esto si no que se quiere mantener convencido de que el camino que sigue es el mejor o su única opción, cabe aclarar que esto se da de manera inconsciente muchas veces de ambas partes, no siempre hay mala fe. Les comparto una reflexión que escribí acerca del tema: «Sometimiento»
Algunas personas tienen tanto temor de perder lo que han obtenido en su vida, que su inseguridad los convierte en seres capaces de cualquier cosa, incluyendo cometer las más grandes injusticias, pasando por encima de lo que sea y lo que es peor de quien sea con tal de conservar lo que consideran les pertenece.
Uno de los recursos que más utilizan es el «sometimiento de la
voluntad de quien consideran que puede opacarlos«.
Algo de lo que he aprendido en mi vida con respecto a las acciones de estas personas es que su razón más significativa para actuar como lo hacen es el miedo.
Recuerda: Solo se somete a quien pensamos que puede obstruir nuestro camino y cuando creemos que tiene mayor capacidad que nosotros de moverse en el mundo si descubriera su fuerza para avanzar sobre sus propios pasos.