La diputada Evelyng Soraya Flores Carranza propuso exhortar a las secretarías de Medio Ambiente y Recursos Naturales federal y estatales, a implementar campañas de información y concientización para disminuir el consumo de agua embotellada o bebidas en envases de plástico (PET) y reforzar aquellas que promocionen la cultura del reciclaje.
Plantea además, solicitar a los poderes Legislativo y Judicial, Administración Pública Federal, congresos y ejecutivos locales, disminuyan gradualmente la distribución y el consumo de agua embotellada e implementen sistemas suficientes para la purificación de agua en sus áreas de trabajo.En un punto de acuerdo que analiza la Tercera Comisión de la Permanente, precisó que conforme al estudio de Kantar WordlPanel, en 2016 México se convirtió en el principal consumidor de agua embotellada a nivel mundial y en 2017 ocupó esa posición en América Latina.
El año pasado, el 98% de los hogares mexicanos compraron agua embotellada, aproximadamente 1,385 litros por hogar, que se traduce en un gasto monetario anual de 1,315 pesos. Mientras que países como Chile y Colombia, compran alrededor de 37 y 39 litros en promedio, respectivamente.
Flores Carranza resaltó que en promedio cada hogar mexicano suele consumir 80 garrafones de agua al año, modalidad más económica, ya que cada litro tiene un costo aproximado de $0.85 centavos, mientras que la presentación de botellas individuales representa más del doble del costo, adquiriéndose en $7.00 pesos por litro.
Mencionó que conforme a los resultados del Módulo de Hogares y Medio Ambiente (Mohoma), elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 2017 el 76.3% de los hogares mexicanos adquirieron agua embotellada o de garrafón, destinando por hogar un promedio de 52 pesos semanales.
En los últimos años, el porcentaje de casas que consumieron agua de garrafón o botella aumentó más de 5 puntos porcentuales, al pasar de 70.8% en 2015 a 76.3% en 2017; 3 de cada 4 hogares mexicanos consumen agua embotellada o de garrafón.
Indicó que en la zona sureste y noreste del país, debido a la dificultad para el traslado, el clima y los malos sistemas de distribución, presenta un mayor porcentaje en el consumo de agua embotellada, principalmente
- Tabasco,
- Campeche,
- Yucatán,
- Durango,
- Chihuahua
- y Sonora.
No obstante, la entidad con el mayor consumo es la Ciudad de México seguida por Jalisco.
De acuerdo con el Mohoma, en 2017:
- 69% de las personas consumieron agua embotellada por considerarla más saludable.
- 20% porque no gustan del sabor o color del agua de la red pública.
- 5% porque es la única forma de poder beber este líquido vital,
- Mientras que el 3% porque la mayoría de las personas la toman.
Otras razones que contribuyeron a este problema son:
- desconfianza de la población respecto a la calidad del agua del grifo,
- poca disponibilidad,
- y aplicación del Impuesto Especial sobre Productos y Servicios (IEPS) a bebidas azucaradas y gasificadas.
La diputada agregó que incrementar el consumo de agua es una buena noticia para la salud, pero “lo cierto es que, cuando es embotellada impacta negativamente en el ambiente”.
Conforme a un estudio de la Universidad de Guadalajara, el consumo por habitante es de 235 litros de agua embotellada, situación que implica el desecho a ecosistemas de 21 millones de envases PET producidos al año, alcanzando en temporada de sequía hasta 50 millones.
En el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, la Organización de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, informó que anualmente se vierten en los océanos alrededor de 13 millones de toneladas de plástico, que tardan hasta mil años en desintegrarse; se estima que para 2050 existirán cerca de 12 mil millones de toneladas de desechos plásticos repartidos en vertederos y en los océanos.
ONU Medio Ambiente también comunicó que cada minuto se compran un millón de botellas de plástico, lo que constituye el 10% de todos los residuos. De 9 mil millones de toneladas de plásticos generadas en el mundo, sólo 9% se ha reciclado. Como consecuencia, hoy en día existen 5 islas de plástico flotante, 2 en el océano Atlántico, 2 en el Pacifico y una en el Indico. “Es indudable que la contaminación por plásticos afecta la biodiversidad, la economía y potencialmente a la salud”.
El mal uso y manejo de estos residuos son visibles en ríos, playas y mares de las costas del país, como el Parque Nacional del Cañón del Sumidero en Chiapas, donde en 2017 la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), extrajo más de 1,500 toneladas de basura y envases provenientes de los municipios aledaños.
La legisladora consideró necesario que en lugares de trabajo, jóvenes y adultos accedan al servicio de agua potable por medio de mecanismos de purificación, con el objetivo de disminuir el consumo de la embotellada y garrafones, brindar seguridad a los consumidores del líquido proveniente del sistema hídrico, y reducir la contaminación por plásticos que afectan los mares.