La Comisión de Salud de la Cámara de Diputados analiza un exhorto al Ejecutivo federal y a la Secretaría de Salud, para que realicen nuevas estrategias y mecanismos para prevenir y tratar la depresión, pues la Organización Mundial de la Salud (OMS) pronostica que para 2020, esta enfermedad sea la segunda causa de discapacidad en el mundo [1], Por sí misma, la depresión representa un 4.3% de la carga mundial de morbilidad, y se encuentra entre las principales causas mundiales de discapacidad (un 11% del total mundial de años vividos con discapacidad), sobre todo entre las mujeres [2].
En un punto de acuerdo, el diputado Jacobo David Cheja Alfaro manifiesta que actualmente esta enfermedad, no sólo afecta a más de 10 millones de mexicanos –8.4% de los habitantes-, sino se extiende y ubica entre las principales causas de:
- pérdida de calidad de vida
- ausentismo laboral
- y disminución de la productividad
“No es exagerado afirmar que hay una epidemia mundial de depresión, un término poco usual para un problema de salud mental, pero, desde mayo de 2018, se sabe que tiene características similares al cáncer o la diabetes tipo 2, y existe una predisposición genética que se desencadena por factores medioambientales”, abundó. De acuerdo a datos de la OMS las consecuencias económicas de estas pérdidas de salud son igualmente amplias: en un estudio reciente se calculó que el impacto mundial acumulado de los trastornos mentales en términos de pérdidas económicas será de US$ 16.3 billones entre 2011 y 2030 [2].
Actualmente existen más de 50 centros, clínicas y hospitales psiquiátricos o de salud mental públicos en distintas entidades del país, concentrándose la mayor parte en la Ciudad de México.
Sin embargo, dijo, la depresión es una enfermedad mental que se abre paso silenciosamente entre la población mexicana, sin que el país cuente con recursos ni mecanismos suficientes y estrategias adecuadas para su prevención y tratamiento.
Afirmó que del presupuesto en salud en México, sólo se destina alrededor de 2% a la salud mental y además, 80% del gasto en esta materia se emplea para mantener hospitales psiquiátricos, y se destina muy poco a detección, prevención y rehabilitación.
Cheja Alfaro mencionó que diversas investigaciones refieren que existen grupos vulnerables con un mayor riesgo de presentar trastornos mentales, entre ellos las familias en situación de violencia, adultos en plenitud o migrantes.
“En países que han pasado por desastres naturales y fenómenos de violencia generalizada, como México con la guerra contra el narcotráfico, hay miles de personas, víctimas directas e indirectas, cuya salud mental requiere atención oportuna y efectiva”, afirmó.
El estigma y la discriminación que sufren los enfermos mentales y sus familias pueden impedir que recurran a los servicios de salud apropiados.
Por ello, dijo, es vital que el Ejecutivo federal y la Secretaría de Salud, lleven cabo nuevas estrategias para prevenir y tratar la depresión en México, en estricto apego a lo señalado en la Ley General de Salud, ya que la depresión “nos pone en niveles alarmantes en la esfera internacional, y puede llevarnos a tener el próximo año, el primer lugar, como problema de salud mundial”[.]
[referencias]