Con el objetivo de mejorar el panorama de la salud renal en México, se llevó a cabo el “Encuentro NEF, Unidos por la salud renal”, un foro organizado por la Fundación Mario Robles Ossio (FMRO), la cual se dedica a generar información que cambie la calidad de vida no sólo de los pacientes, sino de la tripulación renal (su red de apoyo).
Durante el evento se tocaron 6 temas importantes:- prevención y detección temprana;
- políticas públicas y nuevos paradigmas;
- nutrición y tratamientos innovadores;
- vínculos que nos hacen fuertes; y
- métodos sustitutivos y trasplante.
De acuerdo con Marisol Robles, presidenta de la FMRO, el conocimiento es un parteaguas en los procesos médicos, por ello la Fundación está centrada en trabajar para que la salud renal sea prioridad para todos los involucrados, principalmente porque el futuro de la salud pública en México dependerá, en gran medida, del nivel de conciencia que tomemos sobre el riesgo que representa para la población comprometer la salud de los riñones.
En los distintos paneles, los expertos coincidieron que la Insuficiencia Renal Crónica es la próxima gran epidemia de salud a nivel mundial, ya que, al ser una enfermedad silenciosa, enfrentamos un panorama de crisis de salud que no estamos atendiendo adecuadamente, por lo que debemos tomar medidas en conjunto para evitar su propagación.
En México, este problema se ha agravado en los últimos años, pues la diabetes y la hipertensión son dos condiciones detonantes que en la actualidad ocupan los primeros lugares de incidencia a nivel nacional, de acuerdo con datos de la Secretaría de Salud. «En nuestro país existen 14 millones de personas que viven con diabetes y 25 millones con hipertensión arterial, creando una reacción en cadena y ocasionando que cada día más personas padezcan IRC«, indicó el Doctor Ricardo Correa-Rotter, Jefe del Departamento de Nefrología y Enfermedades Metabólicas del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, en su intervención.
Esta enfermedad catastrófica representa importantes retos para el financiamiento de los servicios públicos, y aunque en México se desconoce el número preciso de pacientes en cualquiera de sus estadios, las estadísticas a nivel mundial, según la OMS, apuntan que 10% de la población mundial está en algún grado de afectación y entre 80 y 90 por ciento de los afectados, no son diagnosticados a tiempo.
En la actualidad se calcula que existen 750 millones de personas con algún grado de afección renal terminal. De los cuales, 2 millones 500 mil reciben tratamientos sustitutivos de diálisis, así como más de 700 mil han tenido acceso a trasplante renal según datos de proveedores de terapias sustitutivas a nivel mundial.
En el país, cada vez es mayor la necesidad de recurrir a procedimientos de diálisis o hemodiálisis o, en su defecto, de trasplante renal, y por lo tanto se incrementa progresivamente el costo de atención. De acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) esta enfermedad tiene un gasto superior al cáncer de mama, cervicouterino y VIH. Lamentablemente, existe una gran cantidad de enfermos renales que no están identificados porque no existe un registro.
Por último, se destacó que la mejor opción terapéutica para la mayor parte de los pacientes con IRC es el trasplante renal; sin embargo, ante la falta de recursos humanos, financieros y de infraestructura en materia de donación y cirugía de trasplante renal, la diálisis constituye la terapia alternativa y de soporte de vida.
Marisol Robles agregó que si bien es necesario que las instituciones cuenten con mayores recursos para mejorar el panorama, el gran reto es transformar nuestra cultura de vida, desde la conciencia de salud renal que, mediante la información adecuada, destierre mitos y muy importante, se promueva la creación del registro de pacientes renales que haga visible el gran problema al que nos enfrentamos y por consiguiente se implementen las mejores acciones.
Referencia
Antonio Méndez Durán. Feb 2018. Problema de salud pública: enfermedad renal crónica en México, la urgente necesidad de formar médicos especialistas. Gaceta Médica de Bilbao. P 194-199.