A partir de la publicación y entrada en vigor de la NOM-051 sobre el etiquetado de alimentos y bebidas en México, que busca brindar al consumidor final información comercial y sanitaria sobre el contenido de nutrientes e ingredientes que representan un riesgo para la salud en los productos preenvasados, se cuenta con un etiquetado más claro y fácil de entender para valorar el consumo de ciertos productos como parte de nuestra dieta diaria. ¿Cómo usar esta información para cuidar nuestra alimentación?
El nuevo etiquetado consta de cinco sellos que designan el exceso de calorías, sodio, grasas trans, azúcares y grasas saturadas. Las cantidades de nutrientes y las cantidades excesivas se estiman con base en el Perfil de Nutrientes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Además, contamos con los datos de la tabla nutrimental y lista de ingredientes, con detalles como la cantidad de azúcares añadidos y el contenido nutrimental en porciones de 100 g o 100 ml, para facilitar la comparación entre productos.
Las etiquetas muestran los ingredientes de cada producto, su aporte nutricional y contenido, lo que posibilita saber si cumplen el tipo de patrón alimenticio que deseamos llevar.
¿Qué elementos hay que revisar para comprobar el contenido nutrimental de los alimentos?, ¿cómo interpretar estos datos? Aprende Institute, explica los detalles del etiquetado y la información que contiene:
Tabla de información nutrimental
Detalla los porcentajes de nutrientes contenidos en el producto, de acuerdo con el total requerido con base en las estimaciones de salud.
Algunos de los datos que incluye son:
Porciones y tamaño de la porción: Cantidad de producto tomada como base para la información nutricional, en gramos, tazas, cucharadas o piezas y número de porciones que contiene un empaque o envase.
Valor diario: Guía para conocer si un producto es alto o bajo en nutrientes, basada en una dieta de 2,000 kcal al día para adultos. Bajo contenido: menos del 5%; moderado contenido, de 6 a 20 %; alto contenido, más de 20%. Esto representa una desventaja, ya que excluye los requerimientos para niños, adolescentes y deportistas.
Calorías: Cantidad de energía que aporta una porción. Sin calorías: menos de 5 kcal por porción; bajo en calorías: menos de 40 kcal; moderado en calorías: 41-99 kcal; alto en calorías, más de 100 kcal.
Grasas totales: Suma de las grasas saturadas, monoinsaturadas, poliinsaturadas y trans. Sin grasa: menos de 0.5 g por porción; bajo en grasa, menos de 3 g; sin colesterol, 2 mg por porción; bajo en colesterol, igual o menos de 20 mg por porción.
Carbohidratos totales: Contenido de sodio, fibra alimentaria y azúcares totales. Sin sodio, 5 mg por porción; muy bajo en sodio, igual o menor a 35 mg; bajo en sodio, menos de 140 mg; moderado en sodio, 141 a 400 mg; alto en sodio, más de 400 mg. Se considera buena fuente de fibra entre 2.5 a 4.9 g por porción.
La suma de azúcares considera la contenida de forma natural y la añadida: sin azúcar, 0.5 g por porción; bajo en azúcar, menos de 10 g; moderado en azúcar, 11 a 19 g.
Proteínas, vitaminas y sus porcentajes.
Etiqueta frontal
Con el fin de mejorar la comprensión de la información nutricional en los productos, los gobiernos de diferentes países han propuesto un etiquetado frontal, con el cual el consumidor pueda elegir mejores alimentos. Se sugiere sumar los porcentajes de los nutrientes de cada producto consumido, con cuidado de no exceder el 100%. Otra forma de interpretar el etiquetado frontal es mediante la clasificación de los porcentajes de valor diarios:
- Bajo contenido del nutriente: menos de 5%
- Moderado contenido: de 6 a 20%
- Alto contenido: más de 20%
Algunos países de Latinoamérica como Chile, Perú, Ecuador y Uruguay fueron los primeros en implementar el etiquetado frontal que advierte el exceso de azúcares, grasas saturadas, sodio y calorías en los productos.
En México, recién se aprobó la reforma de la Ley General de Salud para establecer este tipo de etiquetado, con el fin de combatir el sobrepeso y la obesidad, así como otras enfermedades relacionadas.
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Lista de ingredientes
Esclarece el origen animal o vegetal del producto, desglosa los principales ingredientes y sus cantidades. Puedes detectar aditivos, saborizantes y colorantes artificiales, como lecitina, glicéridos, mono y diglicéridos de ácidos grasos, ésteres de mono y diglicéridos, ácido guanílico, lactatos, glicerol, propilenglicol de ácidos grasos y lactitol.
Recomendaciones
- Prefiere: alimentos con la menor cantidad posible de ingredientes sintéticos (máximo 5)
- Toma en cuenta: el primer ingrediente es aquel que se encuentra en mayor cantidad en el producto
- Busca: Sellos de certificación, como de alimentos veganos, sin gluten, bajos en grasa.
- Evita: Productos con jarabe de maíz de alta fructuosa (su consumo se asocia a diversas enfermedades crónico-degenerativas) y glutamato monosódico (afecta al sistema nervioso).
Debemos considerar que el exceso en el consumo de grasas saturadas, trans, azúcar, colesterol y sodio puede ocasionar daños a la salud como hipertensión, dislipidemia (exceso peligroso de colesterol o grasas en sangre), obesidad y diabetes.
Evita consumir con poca frecuencia aquéllos de aporte moderado y evitar en lo posible los que incluyan elevadas concentraciones; en cambio, inclínate por los productos con contenido elevado de proteínas, fibra y micronutrientes.
La etiqueta nutrimental es bastante útil para los consumidores, ya que ayuda a elegir los productos de manera más objetiva y con menor influencia de la publicidad. Es necesario mantenernos informados sobre los alimentos que podemos integrar a nuestra alimentación, mediante la adecuada lectura de estas etiquetas.
Referencias útiles:
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