Con la pandemia se ha disparado el uso de redes sociales. Según el informe Digital 2021 de Hootsuite y We are Social, el 53% de la población mundial tiene al menos una cuenta. Lo que representa un aumento de 13% en solo un año: 2020.
El ciberespacio es usado para comunicarse, socializar y desear. Ahí se multiplican los modelos de belleza que todos quieren alcanzar.
Los jóvenes son los más susceptibles a creer en esa realidad virtual. Son también el grupo de edad que más desgaste ha padecido durante el confinamiento. Entre ellos se dispararon desórdenes vinculados con la salud mental como depresión, aislamiento y ansiedad.
La suma de esos factores ha contribuido a que en las consultas de los cirujanos plásticos se multipliquen peticiones como: “quiero quedar igual que como me veo con este filtro” o “quiero la nariz de esta foto y los labios de esta otra”.
“El problema de las redes sociales es que muestran muchos estereotipos y filtros que generan falsas expectativas, tanto de personas como de estilos de vida”, explica Emmanuel Flores, cirujano plástico estético y reconstructivo.
El doctor ha percibido que en su consulta ese tipo de comportamientos se han incrementado, pueden diagnosticarse como trastorno dismórfico corporal, que en realidad es un problema de salud mental pero el paciente no se percata de ello y lo quiere solucionar en el consultorio del cirujano plástico.
Querer operarse hasta conseguir una imagen lograda con un filtro o pedir partes de diferentes cuerpos que no tienen relación con el propio, dista mucho de conseguir un resultado estético.
“Ya no se privilegia la corrección de alguna parte del cuerpo que haga sentir mejor a la persona, en su lugar se presenta una preocupación obsesiva por transformarse”, afirma el especialista.
Esos pacientes buscan practicarse varios procedimientos que no necesitan. En ocasiones las peticiones son tan inverosímiles como reproducir una imagen humana intervenida con un filtro usado en las redes sociales.
“Sí detectamos a ese tipo de pacientes en consulta y es muy importante evitar operarlos, ya que jamás estarán satisfechos con el resultado, cualquiera que sea y pueden atentar contra su salud”, explica el doctor Flores.
«A veces, a quienes padecen trastorno dismórfico corporal, el diagnóstico de un cirujano experto les incomoda porque la recomendación es que consulten a un psiquiatra y protejan su salud mental, “pero es lo más adecuado para ellos”, aconseja el especialista.