La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado sus primeras directrices mundiales para apoyar a las mujeres y los recién nacidos en el periodo posnatal. Es decir, las primeras 6 semanas después del nacimiento, un momento crucial para garantizar la supervivencia del recién nacido, la madre y apoyar el sano desarrollo del bebé; así como la recuperación y el bienestar mental y físico general de la madre.
En todo el mundo, más de 3 mujeres y bebés de cada 10 no reciben actualmente atención posnatal en los primeros días tras el nacimiento, el periodo en que se producen la mayoría de las muertes maternas e infantiles. En ese plazo, las consecuencias físicas y emocionales del parto –de lesiones a dolor recurrente y trauma– pueden ser debilitantes si no se tratan; pese a que con frecuencia son muy fáciles de tratar si se ofrece la atención adecuada en el momento adecuado.
«Una vez nacido el bebé sigue siendo necesario ofrecer atención de calidad a la madre y el recién nacido«, ha señalado el doctor Anshu Banerjee, Director del Departamento de Salud de la Madre, el Recién Nacido, el Niño y el Adolescente y Envejecimiento de la OMS. «De hecho, el nacimiento de un bebé es un acontecimiento que cambia mucho la vida, en el que se entremezclan sentimientos de amor, esperanza y emoción, pero que también puede provocar estrés y ansiedad sin precedentes. Los progenitores –especialmente las mujeres, cuyas necesidades se descuidan con demasiada frecuencia una vez nacido el bebé– necesitan sistemas sólidos de apoyo y atención de salud«.
Además de tratar los problemas de salud inmediatos, las primeras semanas tras el nacimiento son cruciales para crear lazos y establecer comportamientos que inciden en el desarrollo y la salud del lactante a largo plazo. Las directrices incluyen recomendaciones para asesorar sobre la lactancia materna –por ejemplo, facilitar el anclaje y el posicionamiento en el establecimiento de la lactancia– y para ayudar a los progenitores a ofrecer una atención que se adapte a sus bebés recién nacidos.
Recomendaciones
En total, las nuevas directrices reúnen más de 60 recomendaciones que contribuyen a dar forma a una experiencia posnatal positiva para las mujeres, los bebés y las familias. Entre algunas de las recomendaciones se encuentran:
- Atención de calidad en los establecimientos de salud para todas las mujeres y bebés durante al menos 24 horas tras el nacimiento, con un mínimo de 3 reconocimientos posnatales adicionales en las 6 primeras semanas. Ello debería incluir visitas domiciliarias, de ser posible, para que el trabajador de la salud pueda facilitar la transición a la atención en el domicilio. Si el parto ha tenido lugar en el hogar, la primera consulta posnatal debe ser lo antes posible, y no más de 24 horas después del nacimiento.
- Medidas para detectar y responder a los signos de peligro que requieren atención médica urgente, ya se trate de la mujer o el bebé.
- Tratamiento, apoyo y asesoramiento para facilitar la recuperación y gestionar los problemas habituales que las mujeres pueden experimentar después del parto, como dolor perineal y congestión mamaria.
- Exploración de todos los recién nacidos para detectar anomalías oculares y deficiencias auditivas; y administración de la vacunación que corresponde al nacer.
- Apoyo para ayudar a las familias a interactuar con los bebés y responder a sus señales; y mantenerse en contacto estrecho con ellos y ofrecerles calor y bienestar.
- Asesoramiento sobre lactancia materna exclusiva, acceso a la anticoncepción y promoción de la salud posnatales, en particular la práctica de una actividad física.
- Fomento de la participación de la pareja, para que esté presente en los reconocimientos, por ejemplo; y brinde apoyo a la mujer y atienda al recién nacido.
- Cribados para detectar depresión y ansiedad posparto en la madre, con servicios de derivación y tratamiento de ser necesario.
En las recomendaciones se especifica la duración mínima de la estancia hospitalaria tras el nacimiento y se ofrecen orientaciones sobre los criterios para dar el alta, si bien se indica que el tiempo necesario dependerá de cada mujer y cada bebé, el contexto social, la experiencia del parto y la existencia de algún problema de salud.
Se recomiendan consultas posnatales adicionales para las mujeres y los recién nacidos sanos entre 48 y 72 horas después del parto, entre 7 y 14 días; y durante la sexta semana. Si se detectan riesgos para la salud, probablemente se requieran más consultas, con tratamiento que podría ser necesario mantener más allá de las 6 primeras semanas.
Trabajando por los derechos a una experiencia de atención de salud positiva
«Los datos muestran que las mujeres y sus familias quieren y necesitan una experiencia posnatal positiva que les ayude a superar los inmensos desafíos físicos y emocionales que se producen después del nacimiento de los bebés, además de fomentar su confianza como progenitores«, ha señalado la doctora Mercedes Bonet, Funcionaria Médica del Departamento de Salud Sexual y Reproductiva e Investigaciones Conexas de la OMS y del Programa Especial de las Naciones Unidas sobre Reproducción Humana (HRP). «Los servicios posnatales especializados deben proporcionar un apoyo vital para la salud física y mental, y ayudar a los cuidadores a que den lo mejor de sí al ofrecer la atención adecuada a sus recién nacidos«.
Estas recomendaciones culminan una trilogía de directrices de la OMS para una atención de maternidad de calidad durante el embarazo, el parto y el posparto, que se centran en atender las necesidades de todas las mujeres que dan a luz y de sus bebés. Las guás impulsan los derechos a una experiencia de atención de salud positiva, en que las personas reciban un trato digno, respetuoso y puedan participar activamente en la toma de decisiones en materia de salud que les atañen[.]