Los mitos sobre la artritis reumatoide, que van de la mano con la ignorancia acerca de la enfermedad, es el principal factor de que la enfermedad se atienda de forma tardía y que las pacientes adquieran discapacidades por esa causa.
Entre las creencias populares destaca el mito de que la artritis reumatoide (AR) se adquiere por enfriamientos o el consumo de carnes rojas, pero también que se hereda, se contagia o que es un padecimiento de la tercera edad, lo cual no es verdad.
Por eso las pacientes no llegan de forma inmediata con un reumatólogo o con un médico internista, que son de los especialistas más capacitados para identificar rápidamente los síntomas del padecimiento y remitir esos signos para evitar daños mayores a las articulaciones.
Lo primero que se debe de tomar en cuenta, es que la enfermedad se puede disparar después de los 20 años, con síntomas como dolor de las articulaciones, al grado de paralizar al paciente durante horas y principalmente en la mañana, con fiebre y fatiga extrema, que si se prolonga durante dos semanas se debe acudir al especialista.
La Dra. Sandra Carrillo, reumatóloga del Hospital 1 de Octubre del ISSSTE, indicó que lo peor que se puede creer es que la AR sea una enfermedad de la vejez, cuando los casos más comunes y dramáticos se dan en la edad productiva de las personas, y que es más frecuente en la mujer.
Es cierto, dijo, que en la vejez hay enfermedades de tipo reumático como el dolor articular, el cual tiene origen en la osteoartritis, infecciones bacterianas, de tipo viral o fúngico (hongos), así como un tipo de reumatismo regional, y en los hombres a causa del incremento de ácido úrico (gota) que afecta de manera inflamatoria las articulaciones.
“Pero de ninguna manera debemos confundirlo con AR, porque esta enfermedad es altamente discapacitante si no se atiende de inmediato, en tanto que las otras pueden deberse a la vejez, como en el caso de la osteoartritis, donde hay un desgaste del colágeno de las articulaciones por esa causa”.
Señaló que las características de dolor articular sin que sea AR, se puede presentar en mujeres mayores de 50 años que han pasado la menopausia, debido a la pérdida hormonal y la osteoartritis como consecuencia de nódulos que se pueden formar en las articulaciones, “pero no a causa de la artritis reumatoide, no hay que confundirnos”.
La gran diferencia, es que la AR es una enfermedad incurable y progresiva hasta llevar a la discapacidad si no hay un tratamiento oportuno y certero que remita su avance, en tanto que los otros malestares aquí descritos “la mayoría pueden curarse”.
Durante la representación de testimonios de pacientes con AR en el marco del Día del Paciente Reumático, celebrado el pasado 12 de octubre en el Centro Médico Nacional “Siglo XXI” del IMSS, la Asociación Mexicana de Pacientes con Artritis Reumatoide, con apoyo del programa Roche Vida, llevó a cabo la puesta en escena de Historias que Mueven.
En este marco, la Dra. Carrillo indicó que en México aproximadamente 1.5 millones de personas padece de AR, de la cuales 25% presenta limitaciones físicas considerables por esa causa, en tanto que 10% llega a caer en discapacidad total debido a que no recibe una atención médica adecuada y oportuna.