El yoga contribuye a llevar una vida saludable porque lubrica las articulaciones, activa el sistema digestivo, regula la presión arterial, alinea los huesos, purifica la sangre, y mejora la calidad del sueño, afirma la profesora de yoga, Ana Desvignes.
Sin embargo, para que los beneficios del yoga alcancen ese sentido, debe de practicarse con la guía de un buen instructor al menos dos veces a la semana, y se recomienda iniciarlo a partir de los 14 o 15 años de edad.
Considerada como una de las mejores instructoras mexicanas de la disciplina, durante la presentación de su DVD, “Yoga dinámico, vida sana”, Ana Desvignes, arquitecta de profesión, cuenta que empezó hacer yoga desde 1993.
“También inicié en ese entonces prácticas de meditación, de relajación, el estudio de escrituras y después, entre 1995 y 1996, empecé hacer Hata-Yoga Dinámico, que es lo que enseño y practico hasta hoy en día”.
Al practicar este estilo de yoga con regularidad, al que se le denomina Yoga Ashtanga, “uno desarrolla condición física, flexibilidad y aprende a cultivar una mente más clara y enfocada, al generar un espacio de paz y sosiego”.
Ana es una destacada instructora de yoga que transmite de forma clara y didáctica los principios de esta disciplina Ashtanga, de la que formó la primera escuela en el país a partir de 1997.
“El yoga es una disciplina que tiene que ver con la formación espiritual de uno mismo, porque a partir de esta encuentras fortaleza, te da paz, te da centro, perspectiva, realidad y también templanza, porque la vida no nada más son culpas y castigos como la vivimos en Occidente.
“En el yoga hay todo un sentido filosófico de la vida y del por qué de las cosas. Es una filosofía muy importante que te hace ser totalmente responsable contigo mismo y con gusto, además”.