El azúcar en la sangre es el combustible que el cuerpo produce a partir de los alimentos y bebidas que ingerimos. La diabetes gestacional se refiere al desorden de insulina en el cuerpo producido por el embarazo.
A diferencia de la diabetes tipo 1, la diabetes gestacional no se refiere a tener mucha o poca insulina. En lugar de esto, una hormona producida por la placenta evita que el cuerpo de la embarazada use la insulina correctamente.
Según el Instituto de Medicina de Stanford, a esta afección se le llama resistencia a la insulina. Lo que sucede es que el azúcar (glucosa) en la sangre se acumula en lugar se ser absorbida por el cuerpo. Los síntomas de la diabetes gestacional, por lo general, desaparecen después del parto, sin embargo, cuando no desaparece existe el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
Causas de diabetes gestacional
La diabetes gestacional afecta aproximadamente entre el 6% y 9% de las mujeres embarazadas. En este sentido, la Sociedad Mexicana de Nutrición y Endocrinología (SMNE) informa que el tratamiento para esta enfermedad reduce la probabilidad de presentar preeclampsia, una complicación del embarazo que se caracteriza por presión arterial alta y otros signos de daño renal o hepático, que puede ocurrir después de la semana 20 de embarazo.
Si bien aún existe una amplia discusión sobre qué causa que algunas mujeres desarrollen diabetes gestacional en general hay un factor importante.
Durante el embarazo, y como cambio físico necesario para que el feto se desarrolle, el páncreas produce más insulina, aumentando las concentraciones en la sangre. Además, existen secreciones de varias sustancias por parte de la placenta como la hormona del crecimiento, el lactógeno placentario y la progesterona.
Estas sustancias provocan que la insulina que produce el páncreas no se utilice de manera adecuada por los órganos, ocasionando así la resistencia a la insulina. Es esta incapacidad del cuerpo para superar la resistencia a la insulina la que finalmente permite el desarrollo de la diabetes gestacional.
En este sentido, las mujeres que presentan diabetes gestacional tienen mayor riesgo de complicaciones maternas y fetales. Entre las más comunes están la preeclampsia, malformaciones congénitas, hipoglucemia, síndrome de distrés respiratorio y hasta muerte fetal.
Además, los hijos de madres con diabetes pueden tener consecuencias a largo plazo como enfermedad coronaria, hipertensión arterial crónica, dislipidemia, obesidad y diabetes mellitus tipo 2.
Cómo prevenirla
Realmente no hay garantías a la hora de prevenir la diabetes gestacional. A pesar de eso tener hábitos saludables durante el embarazo son una gran ayuda. Si te llegaran a diagnosticar diabetes gestacional te recomendamos algunas acciones que podrían ayudarte a reducir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
- Ten una dieta rica en fibra, con bajo contenido de grasa y pocas calorías. Céntrate en frutas, verduras y granos integrales. Mantén una alimentación variada sin renunciar a los placeres y la nutrición.
- Haz ejercicio antes y durante el embarazo. Simples actividades o rutinas acorde a tu calendario gestacional ayudarán a que tu cuerpo se mantenga activo y sano. Esto obligará a que las hormonas trabajen a un buen ritmo. Recuerda, no debes forzarte más de lo necesario ni exigirte demasiado, sólo disfruta cruzar de pronto tus límites de resistencia de manera segura.
- Mantén tu peso. Es cierto que el embarazo es una etapa complicada para mantener el peso, sin embargo, entre una sana alimentación y una actividad física segura podrás mantenerte en un peso ideal. Trata de que los antojos no te ganen, recuerda, no se trata de restringir, se trata de equilibrar.