Déjennos pensar, dicen los niños
El sueño es que los niños sean mejores seres humanos, mejores pensadores por sí mismos y seres integrales, capaces de seguir aprendiendo durante toda su vida.
El sueño es que los niños sean mejores seres humanos, mejores pensadores por sí mismos y seres integrales, capaces de seguir aprendiendo durante toda su vida.
Es importante que el entorno escolar sea un espacio de aprendizaje donde las relaciones e interacciones entre los estudiantes y los maestros propicien marcos de seguridad, confianza, camaradería, afecto y cordialidad. De esta manera, en el momento en el que, de forma natural e inherente, se presente cierto grado de frustración, el alumno será capaz –con la guía de su docente- de reconocer el origen de su frustración y de aprender a resolver, a remarcar sus aciertos y fundamentar una autoimagen positiva.
El gran objetivo de la educación es la manifestación de todo el potencial de los niños y niñas. Un niño que se sabe capaz y amado es un niño feliz y, la felicidad, a través de una autoestima sana, lo llevará a querer aprender durante toda la vida.
Frecuentemente relacionamos la inteligencia emocional con sentimientos que creemos no tienen nada que ver con aspectos académicos, profesionales o con el logro del éxito o la felicidad real en la vida. No obstante, en los últimos 20 años, el concepto de inteligencia emocional ha estado muy presente, cobrando cada vez una importancia mayor tanto en el desarrollo laboral y profesional, como en el proceso de aprendizaje en la escuela.