[media-credit name=»robertprzybysz » align=»aligncenter» width=»375″][/media-credit]Hace tiempo, el botulismo sólo se conocía como la causa de envenenamiento por alimentos que provocaba la muerte. Hoy en día, se está convirtiendo en algo más útil, como tratamiento de diversos padecimientos.
En el mundo médico, la toxina botulínica se conoce mejor como un veneno milagroso, aunque la mayoría de la gente piensa en ella como un remedio temporal para las arrugas.
Cuando ésta se inyecta en cantidades diminutas, la toxina puede ayudar a los pacientes a manejar mejor una gran variedad de padecimientos, que incluyen desde dificultades para deglutir, hasta espasmos musculares dolorosos y aquellos relacionados con la enfermedad de Parkinson, la esclerosis múltiple o eventos vasculares cerebrales.
¿Qué es esta sustancia?
La toxina botulínica es un producto de la bacteria llamada Clostridium botulinum. El efecto en el cuerpo es bloquear la comunicación entre nervios y músculos.
En el caso del envenenamiento por alimentos, se ingieren grandes cantidades de dicha toxina. El resultado es una parálisis muscular extensa, que incluye a los músculos que controlan la respiración.
Hace aproximadamente 30 años, la comunidad médica descubrió que al inyectar cantidades muy pequeñas de la sustancia natural en un músculo, peste se inmovilizaba hasta por varios meses. Cuando se usaba de esta manera, la toxina botulínica era segura por su utilidad. Pero dado que los efectos de la toxina desaparecen, con frecuencia se requieren inyecciones repetidas para mantener el efecto deseado.
¿Para qué se utiliza?
La toxina botulínica tipo A se aprobó para tratar varios padecimientos. Las inyecciones de ésta en los músculos alrededor del ojo pueden ayudar a manejar los espasmos involuntarios y molestos de los párpados. También es útil para controlar las contracciones musculares anormales asociadas con los ojos bizcos y puede aliviar la sudoración excesiva.
También se ha usado para procedimientos cosméticos que borran de manera temporal las arrugas faciales finas, así como en el manejo de espasmos musculares dolorosos del cuello.
Junto con estos usos, aprobados por la FDA, hay muchos otros:
- Curación de cicatrices.
- Padecimientos urológicos.
- Contracciones musculares.
- Espasmos hemifaciales.
- Dificultades para hablar.
- Dificultades valvulares del estómago con la comida que entra o sale de él.
Si estás considerando un tratamiento que implique inyecciones de toxina botulínica, verifica que tu médico tenga experiencia considerable en su uso.
Referencias
- Mayo Clinic Health Letter.