El cáncer de ovario se considera como el cáncer ginecológico más letal y la edad promedio del diagnóstico se encuentra entre los 40 y los 50 años, aunque se ha registrado un incremento considerable en mujeres menores de los 30 años.
Se estima que en México en 2018 murieron 2,765 mujeres y se registraron 4,759 nuevos casos. La prevalencia es de 19.71 por cada 12,942 mujeres, de acuerdo con Globocan 2018.Uno de los principales factores que contribuyen al alto índice de mortalidad, está relacionado con el diagnóstico tardío, ya que más del 75% de las pacientes llegan a los hospitales en etapas III y VI de acuerdo con la Sociedad Mexicana de Oncología (SMeO).
“El cáncer de ovario es agresivo que otros porque en su etapa inicial no es fácil detectarlo, ya que los síntomas no se presentan al principio y suelen confundirse con otras enfermedades. Cuando se detecta esta patología es porque el cáncer se ha propagado y probablemente ha afectado a otros órganos”, comentó Mayra Galindo, directora general de la Asociación Mexicana de Lucha contra el Cáncer A.C. (AMLCC).
Adicionalmente, se encuentra la desinformación, ya que muchas de las pacientes no conocen cuales son los hospitales donde pueden recibir atención oportuna y tratamientos médicos para este tipo de enfermedad.
Por lo anterior, la Asociación Mexicana de Lucha contra el Cáncer A.C. (AMLCC) busca la eliminación de todas aquellas barreras que impiden el acceso oportuno y de calidad a la salud, teniendo como objetivo informar a las mujeres cuales son los factores, síntomas, tratamientos y hospitales en los que pueden ser atendidas y que las regiones cercanas a estos centros puedan referir a las pacientes que no cuenten con la atención en su estado.
Mayra Galindo dijo que es importante impulsar campañas en materia de detección oportuna y concientización de la población en general, para generar una cultura de cuidado en la mujer y para promover la realización de los estudios correspondientes que permitan la identificación de esta patología en una etapa temprana[.]