La Fundación Nacional para el Cáncer Cérvico Uterino A.C. (FUNACC), junto con un grupo de voluntarios, ha logrado la vacunación contra el Virus del Papiloma Humano de alrededor de 1,800 mujeres y hombres de Puebla, Estado de México y Michoacán. Patsy Pamela Ordóñez, directora general de FUNACC.
FUNACC tiene como objetivo combatir el cáncer cérvico uterino, así como informar, prevenir, detectar y controlar el virus del papiloma humano, principalmente en mujeres de escasos recursos.La egresada, quien estudió la carrera de Ciencias de la Comunicación, empezó su labor como voluntaria a los 15 años de edad en diversas organizaciones enfocadas a la salud. Posteriormente, siendo estudiante de UVM, en una materia de emprendimiento le solicitaron desarrollar un modelo de negocios para una compañía creada por ella.
En lugar de una empresa, pensó en una fundación que apoyara a las mujeres; su idea inicial fue violencia de género o cáncer de mama, sin embargo; investigando más a fondo, se percató de la alta incidencia de Virus del Papiloma Humano (VPH), cáncer cervicouterino y la escasez de fundaciones que apoyan dichas causas. A raíz de ello nació FUNACC.
“El primer año me constituí, y a la par, iba construyendo el modelo de negocio, empezamos a ayudar, íbamos a comunidades con la gente. Mi mamá y yo iniciamos dando información, yo estudié comunicación, entonces mi principal objetivo era que la gente se enterara cómo podía prevenir la enfermedad, porque si tenían el conocimiento, según yo, era más fácil prevenirla. Posteriormente, la misma gente me fue diciendo, ya me convenciste, ya sé que tengo que cuidarme ¿cómo le hago?”, relató la maestra Ordónez.
“Después, las mujeres me decían ¿y ahora dónde voy al ginecólogo? Tenía convenios con doctores que conocía y las atendían, pero no era suficiente; los ginecólogos, mis amigos no podían vivir de regalar consultas. Al final todo cuesta, la sabanita, el espejo vaginal, la toallita, todo lo que ellos te daban, todo cuesta”, comentó.
A través de la venta y aplicación de vacunas, aunado al patrocinio de algunas empresas, con el paso del tiempo se logró reunir el capital necesario para abrir una clínica de atención ginecológica dirigida a mujeres de distintos estados de la República Mexicana. La gente empezó a acudir; sin embargo, no estaban llegando las mujeres en situación más precaria. Por lo tanto, decidieron cambiar el modelo de negocio social que estaban implementando.
Actualmente, el equipo acude a las empresas y escuelas a dar conferencias; participa en campañas de vacunación y realiza jornadas de salud en comunidades donde la información es escasa. La fundación va directamente con los doctores a poblaciones vulnerables 1 o 2 veces al mes.