noviembre 23, 2024

Los porqués o él para que

Claudia Cruz
Claudia Cruz

Les voy a hablar de un tema que considero sumamente importante ¿Qué ocurre cuando no encontramos una explicación a lo que nos pasa? ¿Que nos decimos en una situación difícil? ¿Cuál es el primer cuestionamiento que nos hacemos?.

Este nuevo cuestionamiento nos va a poner en otra posición de manera inmediata, recuerda él  “por  qué “es una cadena interminable de porqués, él  “para qué”  de inicio nos da alternativas y recursos internos de respuesta.

[/media-credit] Este nuevo cuestionamiento nos va a poner en otra posición de manera inmediata, recuerda él “por qué “es una cadena interminable de porqués, él “para qué” de inicio nos da alternativas y recursos internos de respuesta.

La primera pregunta que nos viene a la mente es: ¿Por qué? y comúnmente de este porqué se derivan otros porqués.

Analizando el tema desde mi punto de vista esto tiene una explicación:

Cuando somos niños y empezamos a conocer el mundo, no tenemos control de lo que nos rodea, tenemos curiosidad, queremos saberlo todo, requerimos respuestas inmediatas, somos preguntones y nos satisfacen las respuestas de los adultos, no tenemos todavía estructurado nuestro pensamiento ¿Por qué sale el sol?, ¿ porque es de día? , ¿Por qué esta obscuro? ¿porque es de noche?…etc. La niñez es una etapa donde damos por cierto lo que los adultos nos dicen y punto. Nuestros porqués son constantes, con las respuestas que nos dan vamos almacenando información en nuestra mente, misma que con el tiempo sumada a nuestras experiencias van a formar nuestro criterio.

¿Qué ocurre cuando somos adultos y la lógica de lo que hemos aprendido no tiene sentido? En el momento que perdemos el control y la vida nos sorprende.

Hay situaciones que nos impactan emocionalmente de tal forma que no entendemos lo que sucede, es como si desconociéramos lo que hasta eses momento conocemos.

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Un ejemplo de esto que menciono ocurre cuando nos enteramos: de muertes repentinas, vivimos momentos traumáticos como una agresión física o sexual, cuando nos dicen que tenemos una enfermedad grave…entre otras situaciones que nos ponen en shock. En este momento no lo relacionamos con lo tenemos en nuestro archivo mental, nos sentimos vulnerables, indefensos, no encontramos respuestas y regresamos a nuestra pregunta de origen: ¿Por qué? Solamente que no hay respuesta inmediata, ya como adultos necesitamos una explicación lógica y no la hay y la verdad es que tampoco nadie la tiene.

Los porqués surgen de manera espontanea sin que podamos detenerlos ¿Por qué a mí? ¿Por qué así? ¿Por qué ahora? ¿Por qué mi hijo?..etc. La mala noticia es que no hay respuesta que nos satisfaga dentro de nuestros pensamientos, ni en las palabras de los demás, esto trae como consecuencia una gran frustración.

¿La frustración a que nos lleva? Bueno lo primero que ocurre es que nos provoca dolor y enojo, lo cual no nos permite ver con claridad lo que ocurre, nos llenamos de ideas fatalistas o bien no podemos pensar.

Definitivamente en cuestiones emocionales no aplica: “El por qué “, la razón es que los porqués al no haber respuestas nos van a hundir, por un lado ya no somos niños y por otro las personas no somos un experimento científico, somos más complejos, simplemente humanos, con diferencias y contrastes.

¿Estas situaciones donde el por qué, pareciera una pregunta permanente puede prolongarse?. Desde mi experiencia Si, hay personas que prolongan esta situación por años ¿porque se fue?, ¿Por qué me dejo?..etc.

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¿Hay alguna manera de salir de este estado?. Si, la manera es sustituyendo la pregunta ¿Por qué?, ¿por?, ¿Para qué?

Este nuevo cuestionamiento nos va a poner en otra posición de manera inmediata, recuerda él “por qué“es una cadena interminable de porqués, él “para qué” de inicio nos da alternativas y recursos internos de respuesta.

Ejemplos: ¿Para qué me dio cáncer? Para ocuparme de mi, para valorar más lo que tengo, para descubrir que tanto soy amada pero principalmente que tanto me amo.

¿Para qué me dejo? Para demostrarme que puedo enfrentar la vida solo(a), para darme cuenta de mí fuerza y que soy una persona valiosa.

¿Para qué perdí todo lo que había construido? Para darme cuenta que las ideas están en mí y si un día lo construí puedo volver a hacerlo, para darme cuenta con quién cuento y con quién no, para no descuidar lo que tengo.

En fin él “para qué” siempre nos va dar respuestas de acción, nos va a impulsar hacia arriba.

Me parece una maravillosa idea, enseñarle a los niños a cuestionarse él para que , como parte de su educación.

Todos en algún momento de nuestra vida nos encontramos en esta situación, es bueno saber que hay solución, recuerda lo que no funciono ayer, no funciona hoy simplemente no funciona., la vida es corta, no nos prolonguemos la desesperanza , tú vales la pena date alternativas para tener una mejor calidad de vida.




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