Otro día internacional de la mujer y aún me pregunto ¿por qué me siguen felicitando?. No es que esté en contra de este día, pero sí me indigna pensar que mientras sigue habiendo mujeres que son intercambiadas por vacas, animales de carga e inclusive un “six” de cervezas; algunos grupos de mujeres encabezadas por altas esferas de la sociedad, “señoras bien” se preocupen por hacer de este día un evento social y no una causa.
Yo digo que este día sirva para preguntarnos si estamos haciendo lo correcto con nosotras mismas.¿Cuántas de nosotras seguimos permitiendo que nos maltraten emocional y hasta físicamente? ¿Cuántas seguimos anteponiendo la salud y bienestar de nuestras familias?
¿Quiénes continúan en una relación sentimental por miedo a quedarse solas o siguen casadas por el qué dirán?
¿En cuántas familias las hermanas son las que se encargan de las actividades de la casa?
O se vea raro que los hombres levanten los platos de la mesa y los laven. No estoy hablando de casos que se dan en los pueblos ¡eh!
¿Dónde está entonces el día internacional de mujer o al menos los avances?
El día que dejemos de celebrar este día, ese día habremos logrado valorarnos como seres humanos en igualdad de circunstancias que los hombres –y juro que no estoy en contra de ellos y tampoco soy una feminista que quiere acabar con ese género-.
Definitivamente hay mucho por hacer, y si nos comparamos con otros países donde ser mujer es el peor castigo que le pudo tocar a una familia, pues sí vamos de gane; pero cada mujer desde su trinchera, desde donde esté debe comenzar a quererse, a dignificarse, a considerarse un maravilloso ser humano y no categorizar en lo que los hombres sí pueden y las mujeres no pueden hacer.