La equidad de género es la capacidad de propiciar la igualdad de oportunidades a partir de reconocer las diferencias que tiene cada género. Lo que se aplica en niñas y a niños nos lleva a generar condiciones para ambos que les permitan acceder a las mismas oportunidades, tomando en cuenta que históricamente niños y niñas han tenido oportunidades distintas de desarrollo.
Por ejemplo, si se quiere dar un trato equitativo en la decisión de a qué taller de la escuela van a inscribirse las niñas y los niños, se debe dejar de lado la idea de que ciertos talleres son exclusivos para los niños y otros para las niñas; y también tomar en cuenta el deseo de cada infante.
Construcción social de la feminidad y masculinidad
Nuestra cultura ha construido modelos de mujer y de hombre con base en lo que considera adecuado para unos y otras. Es por ello que la femineidad y la masculinidad son justamente una serie de características que se construyen y que se convierten en una especia de “requisitos” para que se relacionen hombres y mujeres en la sociedad.
Investigadoras han indicado que las mujeres se constituyen como “seres-para-los-otros”, de tal manera que sus actividades, sentimientos y su cuerpo, están dedicados a la atención y necesidades de los demás.
Por ejemplo, si una mujer siente que cumple con su rol femenino solamente cuando es madre y dedica atención a su hijo (a), olvidándose de sus propias necesidades, nos está reflejando que la sociedad en la que vive hace énfasis en valorar a una mujer, solamente si cumple el papel de ser madre.
Cuando se hace énfasis en que la mujer cumpla con este papel, se pierden de vista otros aspectos de su vida que no son valiosos y que no están asociados con ser o no madre (estudiar, ganar dinero, gozar de su sexualidad, divertirse, etc).
Desde los setentas se promovió un fuerte debate y reflexión en torno a la situación de desventaja social de las mujeres con respecto a los hombres en diferentes ámbitos de la vida.
Este debate ha permitido que en los últimos años se haya iniciado también un análisis importante acerca de lo que significa ser “hombre”, en especial en cómo se construye la masculinidad en cada cultura. Esta perspectiva nos habla de cómo los varones se van formando como tales en nuestra sociedad y las implicaciones que tiene este hecho en la organización social actual.
Los estudios de la masculinidad muestran que hacerse “hombre” dentro de una sociedad, tiene una enorme influencia por parte de la socialización de género.
Referencias
- Manual para la acción: Prevención de abuso sexual de niñas y niños. Una perspectiva con enfoque de Derechos, patrocinado por Pfizer, México 2007.