Conoce una buena forma de maximizar los beneficios de este paso y mantener una piel suave.
La exfoliación -eliminación de células muertas del cuerpo-, es un proceso esencial para el cuidado de la piel. Además de ayudar a estimular la producción de lípidos, los cuales mantienen la piel hidratada, combate los poros tapados, contribuye a la desaparición de las manchas causadas por el acné (células pigmentadas) y, en general, es una de las maneras más efectivas de mantener la piel suave y con apariencia joven.
Tu piel es un órgano y, como tal, debe ser tratada con cuidado. El uso de exfoliantes muy fuertes o el abuso de este tipo de productos pueden ser causa de piel seca e irritada. Si bien la mayoría de los expertos recomiendan incorporar este paso a tu rutina de baño entre dos y tres veces a la semana, la frecuencia depende de varios factores, incluyendo la estación del año (durante verano, por ejemplo, el calor y la humedad hacen que sea más necesario que en el invierno, pues es más común que tu piel se encuentre expuesta al Sol y la contaminación).
Para determinar qué tan a menudo puedes utilizar este recurso, contempla que el mejor indicador siempre será tu piel, por lo que debes estar pendiente de cómo reacciona después de cada proceso de exfoliación.
Por ejemplo, ¿se siente seca o irritada o se ve roja? Es posible que en el proceso de eliminar células muertas también removieras la membrana protectora, lo que causará que se evapore la humedad que retenías. Asegúrate de siempre usar una crema que te aporte principalmente humectación al salir de la regadera.
Para una exfoliación adecuada, toma en cuenta estas recomendaciones:
- Tal vez suene obvio, pero necesitas comenzar teniendo la piel húmeda. Evita el calor antes de exfoliarte. ¡Jamás lo hagas si te quemaste tomando el Sol por horas! Si acabas de depilarte, deja pasar por lo menos 24 horas.
- Masajea suavemente con movimientos circulares, hacia el interior de tu cuerpo y sin aplicar demasiada presión. Enfócate en codos, rodillas y talones, áreas donde las células muertas se acumulan más y requieren cuidado especial.
- Enjuaga y retira completamente el producto. No uses jabón o gel de baño posteriormente.
- Al salir de la regadera, seca tu piel con golpecitos suaves, no restregando.
- Aplica una crema humectante, como Vasenol Cuidado Intensivo Recuperación Esencial, que contiene extracto de avena y humectantes acondicionadores para ayudar a devolver la hidratación, y un protector solar (que es un paso obligatorio todos los días, pero la exfoliación incrementa la sensibilidad al Sol).
- Si sufres de acné en el pecho o espalda (lo que provoca un aspecto incómodo durante la temporada de calor, cuando queremos usar ropa ligera y trajes de baño), un tip es evitar que tu cabello entre en contacto con el área, ya que sus aceites naturales y suciedad pueden estar creando el problema. En ese caso, ten cuidado al exfoliarte; el área con acné es extra sensible y puedes causar más irritación.