La puesta en escena es una mezcla de entretenimiento verbal, musical y visual acompañado de un discurso reflexivo que desde la comicidad. “Doctor Fo promete regalarnos una experiencia llena de bullicio, lobreguez y estupor. Los actores llevarán al público de la mano con rumbo a lo desconocido, directo a una lejana mansión que desborda locura, con una atmósfera onírica que le permitirá al espectador sentirse inmerso en otro mundo”, comentó el director, Alejandro Cervantes.

Un espectáculo teatral que permite disfrutar de sucesos absurdos al tiempo que brinda una invitación a liberar aquellas cosas que nos han sido impuestas, cuestionar los forzados estereotipos establecidos por una sociedad costumbrista que se ataca a sí misma.
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Doctor Fo se presentará del 28 de agosto al 9 de octubre, cada miércoles a las 20:30 horas en el Foro La Gruta. El costo de la obra es de $200 pesos, actualmente hay una preventa del 50% hasta el 27 de agosto. La venta de boletos está disponible en la taquilla del Centro Cultural Helénico ubicado en Avenida Revolución 1500[/recuadro]En esta puesta en escena, un aristócrata contemporáneo lleva a su hermana a un manicomio al intuir que sufre de ataques de locura; al llegar a dicho lugar, el eminente Doctor Fo promete hasta lo imposible por encontrar la cura, pero antes de ello, tendrán que pasar por una serie de divertidos embrollos, malentendidos y absurdos métodos de sanidad para descubrir quién realmente está loco. A fin de cuentas, bien sabemos que de locos y cuerdos el mundo se inventó y… tan locos son los unos, como los otros.
Los personajes de esta obra nos hablan de la diversidad, de la libertad en la toma de decisiones, de la urgencia de ser y de la necesidad de sobrevivir. Estos personajes, tal vez, son un reflejo de nosotros y nos confrontan con nuestra vivencia del día a día, en una sociedad en donde necesitamos reír para vencer los contratiempos de la existencia.
La obra nos hace un planteamiento absurdo y sin sentido para los cánones sociales establecidos, cuestionando en todo momento la falsa aceptación por uno mismo y exponiendo una sincera toma de decisiones por el bienestar propio, así el espectador podrá disfrutar al tiempo que ríe cínicamente y compadece sinceramente.
El vestuario y la escenografía, así como la iluminación, están a cargo de Ele Ochoa. El diseño sonoro y la asistencia de dirección son de Aldo Estrada[.]