Al igual que con pandemias anteriores y otros eventos historicos, como fueron la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial, la pandemia de coronavirus cambiará profundamente nuestros lugares de trabajo y la naturaleza del trabajo en sí. Un grupo de investigadores identificaron otros efectos potenciales del trabajo remoto, como la reducción de las señales físicas que posiblemente conduzcan a mejores relaciones laborales.
De hecho, esto ya sucedió, de acuerdo al artículo “COVID-19 and the Workplace: Implications, Issues, and Insights for Future Research and Action” [1]; (“COVID-19 y el lugar de trabajo: implicaciones, problemas e ideas para la investigación y la acción futuras“). El texto es resultado del trabajo de un panel internacional de expertos en administración, incluido Michael Wilmot, profesor asistente en el Sam M. Walton College of Business. Muchos de estos cambios, especialmente el cambio masivo hacia el trabajo a distancia, a lo que la mayoría de la gente se refiere como “trabajar desde casa“, probablemente llegaron para quedarse.
Antecedentes
“Sabemos que los grandes eventos mundiales anteriores tuvieron un profundo impacto en los lugares de trabajo: y en el tipo de labores que realizan las personas“, dijo Wilmot. “De hecho, estos eventos llevaron a la desaparición de algunos mercados y negocios y a la creación de otros. Esta pandemia no es diferente. Cambiará el trabajo de manera fundamental, y esto desafiará a las personas a aprender; a trabajar de maneras dramáticamente diferentes a las generaciones anteriores“.
Wilmot, estudia el papel de la personalidad en el trabajo, y fue uno de los varios investigadores que contribuyeron al artículo publicado en la edición de agosto de American Psychologist. Como nos sugiere el título, el documento surgió como un resumen de investigaciones previas relacionadas con el trabajo y los lugares de trabajo; estudios que se aplican en el contexto de una pandemia. Los autores principales, Kevin Kniffin de la Universidad de Cornell, Jayanth Narayanan de la Universidad Nacional de Singapur y Frederik Anseel de la Universidad de Nueva Gales del Sur en Australia, describen el artículo como una descripción general generativa, un marco para identificar el trabajo y los problemas laborales para realizar nuevas investigaciones en el futuro.
La pandemia aceleró una tendencia
Los autores y colaboradores citaron varios estudios anteriores que son pertinentes al contexto de la pandemia, especialmente aquellos relacionados con el trabajo remoto. Ya que las tecnologías de la comunicación y una conectividad más rápida a Internet lo han facilitado durante los últimos años.
En este sentido, COVID-19 simplemente aceleró una tendencia ya creciente. Los autores señalaron una encuesta realizada a 229 departamentos de recursos humanos que muestra que aproximadamente la mitad de las empresas tenían más del 80% de sus empleados trabajando desde casa durante las primeras etapas de la pandemia. Las empresas esperan aumentos sustanciales a largo plazo para el trabajo remoto después de la pandemia.
La tendencia anterior, repentinamente obligatoria para casi todas las personas que hacen su trabajo desde una computadora conectada a Internet, crea o complica una serie de problemas, incluidos:
- “presentismo“, personas que trabajan en casa cuando se encuentran enfermas
- La incapacidad de algunas personas para establecer límites. entre el trabajo y el hogar
Como alguien que estudia los roles de la personalidad en el trabajo, Wilmot contribuyó con conocimientos relacionados con los impactos dispares en los empleados con respecto a ciertas diferencias individuales y rasgos de personalidad. Por ejemplo: ¿cómo afectarán estos problemas a los extrovertidos frente a los introvertidos?.
Identificado otros problemas
Los autores identificaron otros problemas, entre los que incluyen:
- Una pérdida de conexión social y soledad para muchos empleados. Esto puede afectar negativamente el desempeño y el compromiso con los objetivos de la organización.
- Mayor riesgo entre los empleados de abuso de sustancias y adicción.
- En relación con los problemas anteriores, es posible que las empresas deban crear o aumentar los programas de asistencia a los empleados y contratar personal capacitado para reconocer los problemas de salud mental.
- La posibilidad de que los arreglos de trabajo virtual fomenten relaciones más participativas; dado que las señales físicas de dominio son menos importantes en los entornos virtuales.
- La necesidad de que los departamentos de recursos humanos desarrollen nuevos sistemas de evaluación y gestión del desempeño para las poblaciones que trabajan a distancia.
- La expectativa de que algunas empresas instituyan nuevos modos de vigilancia debido a la percepción de falta de control. Ahora los empleados se encuentran “fuera de la vista“.
“Considerando todos estos problemas y más, creo que es importante analizar cómo se adaptarán los trabajadores“, explicó Wilmot. “Me gustaría pensar que algunas de las ideas que proporcionamos harán contribuciones positivas frente a estos cambios“[.]