En cambio, quienes son dueños de empresa, también se les preguntó si contrarían a alguien que tenga un piercing o tatuaje y paradójicamente, en su mayoría (55.3%) contestaron que sí lo harían y sólo un 36.6% respondió que no.
Los entrevistados reconocieron que tener estas modificaciones corporales también les impide donar sangre (72.7%), pueden contraer enfermedades con facilidad (70.4%) o ser objeto de discriminación (50%).
En esta encuesta, realizada vía telefónica a 800 personas mayores de edad de todo el país, se menciona que para un 45.5% es muy importante la apariencia física; del total de entrevistados, sólo un 8.3% reconoció tener tatuajes en alguna parte del cuerpo y un 11.5% comentaron que se habían realizado perforaciones o piercing.
Donde las opiniones cambian es en el rango de edad, ya que un 37.6% iniciaron con perforación antes de los 15 años. Sin embargo los que tienen tatuajes reconocieron que el primero se lo hicieron entre los 18 a 25 años (37%). Las principales razones por las que se los realizaron son por “simple moda” 29.3%, por rebeldía 23%, un 12% por arte, 9.1% por drogadicción y un 7% por delincuencia, entre otras circunstancias.
Un 78.5% de quienes se han realizado tatuajes o perforaciones señalan que conocen los riesgos de realizarse estos procedimientos y que las principales consecuencias podrían ser infecciones (47.7%), hepatitis (23%) y algunas otras enfermedades no especificadas (19.4%).
De acuerdo con la encuesta de GCE, las partes del cuerpo preferidas por los hombres para realizarse algún tatuaje son los brazos y bíceps (30.9%), en tanto a las mujeres les gusta más traerlos en la espalda (42%) y en su mayoría (81.1) no se arrepienten de haberse realizado el tatuaje.
En cuanto a las perforaciones los hombres prefieren tenerlas en orejas (39%), ceja (34%) y lengua (17%), mientras las mujeres se las hacen en orejas (35%), nariz (26%) y labio (16%).
Algo interesante es que si bien un porcentaje importante admite la dificultad que implica para obtener trabajo el traer un tatuaje o un piercing, sólo un 20.7% de los encuestados se arrepiente de haberse realizado esa modificación corporal.
Se les preguntó a los participantes estuvieran o no con alguna modificación corporal, cuál era el trato que daban a personas con tatuajes o perforaciones y un 63.5% dijo que era normal, un 12.1% indiferente y solo un 4.9% con miedo, 3.2% con asco y 2.9% con molestia.
La encuesta se puede consultar completa en: www.gabinete.mx, www. kaleydoscopio.mxTatuajes y piercings