Este Día Mundial de la Población, con el lema “Invirtiendo en la juventud” se propone apoyar a la generación de jóvenes más grande de la historia -aquellos de entre 10 y 24 años- para lograr un mundo donde cada persona joven alcance su pleno potencial, y además contribuir a la inclusión de una nueva meta para las juventudes en la agenda de desarrollo post-2015.
De acuerdo a cifras de las Naciones Unidas, la población mundial alcanzó los 7 mil millones en 2011, de los cuales mil ochocientos son los jóvenes del mundo, que definen las realidades sociales y económicas, desafían las normas y los valores, y sientan las bases del futuro. Sin embargo, muchos de ellos siguen luchando contra la pobreza, las desigualdades y las violaciones de los derechos humanos que les impiden desarrollar su potencial colectivo y personal.
En su mensaje para este día el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon ha expresado “En este Día Mundial de la Población hago un llamado a todas las personas con influencia para que den prioridad a los jóvenes en los planes de desarrollo, refuercen las asociaciones con las organizaciones juveniles e incluyan a los jóvenes en la adopción de cualquier decisión que les afecte. Mediante el empoderamiento de los jóvenes de hoy sentaremos las bases de un futuro más sostenible para las generaciones futuras“.
“Sabemos que los jóvenes sanos, educados, productivos y plenamente comprometidos pueden ayudar a romper el ciclo de la pobreza intergeneracional y tienen mayor resiliencia ante los retos individuales y sociales“, dijo el Dr. Babatunde Osotimehin, Director Ejecutivo del UNFPA, en un comunicado de prensa. “En tanto ciudadanos capacitados e informados, pueden contribuir más plenamente a sus comunidades y a sus naciones“.
Se estima que unos 515 millones de adolescentes y jóvenes, de 15 a 24 años, viven con menos de 2 dólares al día, según la UNESCO, y millones enfrentan discriminación de género y otras formas de marginación.
Para millones de jóvenes de todo el mundo la pubertad —el inicio biológico de la adolescencia— trae no solo cambios en sus organismos, sino además nuevas vulnerabilidades respecto de los abusos de los derechos humanos, en particular en las esferas de la sexualidad, el matrimonio y los nacimientos de hijos. Se coerciona a millones de niñas a tener relaciones sexuales o matrimonios forzados, aumentando el riesgo de los embarazos no deseados, los abortos inseguros y las enfermedades de transmisión sexual, incluido el VIH, así como el riesgo de muerte o incapacidad como consecuencia del parto.
Se estima que unos 515 millones de adolescentes y jóvenes, de 15 a 24 años, viven con menos de 2 dólares al día, según la UNESCO, y millones enfrentan discriminación de género y otras formas de marginación.
Un mundo de posibilidades
Un paso seguro y saludable de la adolescencia a la edad adulta es el derecho de todo niño. Para el cumplimiento de este derecho, las familias y las sociedades deben asegurar que los adolescentes y jóvenes a adquirir los conocimientos y habilidades necesarias para llevar una vida productiva y satisfactoria.
Pero la mayoría de los jóvenes que están creciendo en los países de bajos ingresos, en donde no están garantizados los servicios de educación y de salud, de acuerdo con la Conferencia Internacional sobre la Población y el Informe de Revisión de Desarrollo (CIPD), Global, publicado a principios de este año. Para muchos, la atención de la salud reproductiva es de difícil acceso, y las oportunidadas de empleo son limitadas.
Sin embargo, los jóvenes de hoy tienen mejores expectativas que en generaciones anteriores, con un mayor dominio de sus derechos y una visión más clara de lo que son capaces de llevar a cabo – en caso de que recibirá las herramientas y las oportunidades adecuadas.
La inversión en esta generación debe ser una prioridad global, esto incluye la protección de sus derechos humanos y garantizar su acceso a una educación de calidad y a una atención de la salud, incluidos los servicios de salud sexual y reproductiva. También incluye asegurar el acceso a oportunidades de empleo decente.
Estas medidas ayudarán a asegurar que las personas jóvenes tiengan los medios para mejorar no sólo sus propias vidas, sino también las vidas de las generaciones futuras.
Vulnerabilidades
Mientras que la adolescencia debe ser un momento de posibilidades en crecimiento, también muchos jóvenes se enfrentan a vulnerabilidades de montaje en su lugar.
En 2012, 63 millones de adolescentes de todo el mundo no se inscribieron en la escuela primaria o secundaria, de acuerdo con cifras recientes de la UNESCO. Y en 2013, los jóvenes de 15 a 24 años enfrentando casi tres veces más probabilidades que los adultos de estar desempleados, indica un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
En muchas regiones, las niñas y las mujeres jóvenes les va peor, no sólo en términos de educación y empleo, sino también en términos de derechos humanos. Demasiados niñas son sacadas de la escuela para casarse, lo que forma parte de un ciclo de abusos que incluyen el matrimonio infantil, el embarazo adolescente y un mayor riesgo de lesiones o muerte durante el parto.
“Para millones de jóvenes de todo el mundo, la pubertad – el inicio biológico de la adolescencia – no sólo trae cambios en sus cuerpos, pero también nuevas vulnerabilidades a los abusos de derechos humanos, en particular en los ámbitos de la sexualidad, el matrimonio y la maternidad“, dijo el Dr. Osotimehin.
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