La lección del trabajo

¿Te gusta tu trabajo?; ¿realmente lo disfrutas?, ¿estás en ese trabajo porque no tienes otra alternativa? (lo detestas, pero ganas bien, no te gusta, pero lo necesitas, es lo único que encontraste y actualmente es tan difícil encontrar empleo que mejor te quedas donde estás). Tal vez sólo estás esperando el momento de jubilarte, para luego no hacer “nada” o hacer “quién sabe qué”.

Mujer sonriendo con colegas en el fondo
¿Qué estás aprendiendo hoy?
No trabajas” eres ama de casa. Te da miedo buscar trabajo. O quizá a través de tu trabajo te sientas plena y productiva (aunque tengas un salario magro) o seas de las privilegiadas, que no sólo trabajas en lo que amas, sino que por ello obtienes un salario holgado. Cualquiera que sea la respuesta, hay una lección por aprender.

Tal vez en tu trabajo actual (aunque seas de ama de casa, serlo implica una multitud de quehaceres), estás aprendiendo a desarrollar o a descubrir tus habilidades; quizá tu creatividad, probablemente, la paciencia o la práctica de poner límites, o acaso sean las relaciones personales las que tengas pendientes en el tintero, ¿es a lo mejor la disciplina o la puntualidad? O ¿sea probablemente lidiar con los hijos?

Como ves, la respuesta que tengas, se refiere mayormente a un cambio de actitud. Tiene que ver con ese algo que está en nuestro interior y que nos lleva a ver nuestros asuntos laborales (y de cualquier otro índole), de cierta manera.

El esfuerzo, la constancia y la práctica, por ejemplo, son tres ingredientes sobre como nos comportamos en asuntos del trabajo (desde tener la cama a ser las directoras de una importante empresa). Los sentimientos nos enseñan mucho al respecto. ¿Estamos furiosas porque no reconocieron nuestro trabajo? ¿es la tristeza la que nos dice que no nos gusta lo que estamos ganando?, ¿cómo te sientes en tu trabajo?, ¿estás atorada en algo que no te agrada ni por el sueldo ni por lo qué haces, pero el miedo a perder lo que tienes te detiene? ¿es la alegría la que te acompaña la mayoría del tiempo?, ¿disfrutas lo que haces pero aún no sabes cómo hacerle para obtener altos ingresos por ello?

Te recomendamos:  6 consejos para fomentar el deporte en tus hijos

Por lo que respecta a los sentimientos, la respuesta es encararlos. Siéntelos.

Acéptalos. Escúchalos. ¿Qué te dicen? Si esto es un reto, busca ayuda. Confía en lo que sientes. Confía en lo que te dice tu intuición. Sigue tu corazonada (a pesar del miedo o la culpa). A medida que, dentro de tus circunstancias, te dediques a lo que te gusta, a lo que quieres y a lo que amas, el dinero llegará paulatinamente. Si no es el momento de dar este paso, entonces averigua que tienes que hacer para cuidarte en el trabajo (tal vez dejar de hablar de los demás y concentrarte más en ti y en tus actitudes, o acaso tengas que trabajar con tu miedo al éxito, o probablemente lo único que tienes que hacer hoy es aceptar tus circunstancias actuales).

Si tomas una postura espiritual, te darás cuenta que estás justo donde necesitas, aprendiendo algo importante respecto a ti y tu manera de relacionarte con el trabajo. ¿Qué estás aprendiendo hoy?

Lecturas recomendadas para leer con tus hijos pequeños respecto al trabajo:

Bibliografía

  • Bennet, J. William, “El libro de las virtudes”, México, Ediciones B, 2012, p.p. 320-321
  • (1) Beatty, Melody, “El lenguaje del adiós” México, Ed. Promexa, 2003, p.p. 79-80; 198-201

 

Imagen cortesía de lenetssergey



Escrito por

Humanista y facilitadora en Desarrollo Humano


Temas relacionados