Retos y recompensas de la vida
Es curioso observar cómo continuamente renegamos de la etapa de la vida que estamos atravesando o que estamos por vivir, sin tomar en cuenta que, si bien cada fase implica ciertos retos, también involucra muchos logros y sorpresas positivas. Quizá este miedo resida en el poco conocimiento que, en ocasiones, tenemos sobre las etapas habituales de la vida las cuales todos enfrentaremos. Es por ello que a continuación me permito presentar una breve reseña de cómo éstas se van presentando, junto con sus retos y recompensas, bajo la premisa de que el conocimiento es la mejor herramienta para afrontar la vida.
Etapas de vida:
➢ Desde el nacimiento hasta los 18 meses. Durante el inicio de este periodo, el niño aún no es capaz de diferenciar entre él y el mundo externo; es de manera paulatina como se va llevando a cabo dicha diferenciación. Asimismo, en este período el bebé desarrolla la confianza básica en el mundo, y dicha confianza depende directamente de los cuidados que le sean proporcionados por parte de los padres, sobre todo de la madre.
➢ Infancia temprana (18 meses-3 años). El niño comienza a desarrollar un equilibrio entre la independencia y la autosuficiencia, frente a la vergüenza y la duda. En este período, los niños tienen un reto muy importante que consiste en el control de esfínteres, el cual, junto con la locomoción, proporciona al niño una sensación de gran independencia en relación a los padres.
➢ De los 3 a los 6 años. Durante esta etapa, el mayor reto consiste en que desarrolle su iniciativa, a través de intentar cosas nuevas y no bloquearse ante el miedo al fracaso. Este es un periodo muy importante en relación a la identificación psicosexual. El niño aprende a compartir sus espacios y juguetes con otros seres, a través del juego.
➢ Niñez Intermedia (6-12 años). Durante esta etapa, aprende habilidades y comportamientos propios de la cultura y la sociedad que le rodea; empieza a comprender el valor de la amistad y el trabajo en equipo, adquiriendo la capacidad de participar en juegos estructurados y con reglas. Asimismo, ésta es una etapa de grandes adquisiciones cognitivas y académicas.
➢ Desde la pubertad hasta la adultez temprana. El reto principal de esta etapa es la búsqueda y consolidación de la identidad, por lo que el papel de la sociedad y de los padres es sumamente importante, ya que a medida que éstas vayan facilitándole al adolescente modelos de identificación sanos y flexibles, podrá asumir una identidad propia. En caso de no contar con ese apoyo, los adolescentes llegan a adquirir una identificación negativa, es decir, prefieren ser un niño rebelde a no ser nadie.
➢ Adultez temprana. El adulto joven tiene como reto lograr la intimidad con una pareja; una intimidad afectiva y también sexual. Asimismo, se espera que encuentre una estabilidad laboral y un plan de vida estructurado, con el fin de lograr cierta productividad.
➢ Adultez intermedia. Es una etapa en la que, generalmente, se espera que la persona cuente con todas sus capacidades físicas e intelectuales intactas, así como un papel dentro de su sociedad o campo laboral, ya que se supone que se ha desempeño en determinada profesión, oficio o actividad por varios años. Ésta es una etapa de planeación próxima a la adultez mayor y jubilación y, en muchas ocasiones, coincide con la adolescencia o adultez temprana de los hijos, por lo que se presentan varios retos en la crianza.
➢ Adultez Mayor. Uno de los mayores retos es la jubilación, pues muchas personas la viven como si la sociedad los hiciera a un lado, por lo que es importante plantearse nuevos retos durante esta etapa, como servir de guía para las nuevas generaciones y compartir la sabiduría que han adquirido a lo largo de la vida, así como reencontrarse en pareja.
En definitiva, cada etapa de la vida cuenta con propósitos muy específicos, mismos que nos van estructurando no sólo como especie sino como personas físicas y también psicológicas, que van desde la adquisición de habilidades físicas o la pérdida de las mismas, hasta la adquisición de habilidades cognitivas y emocionales. Según pasa el tiempo, subimos un peldaño más en nuestro desarrollo como personas, lo que nos permite ir explotando todo nuestro potencial.
Cada año que transcurre representa un año más de retos y aprendizajes, tanto para nosotros mismos como para nuestros padres e hijos, por lo que cada etapa de la vida vale la pena vivirla.
Disfrutemos cada instante de nuestra vida y cada paso que demos, no queramos correr ni saltarnos alguna de las etapas, pues es gracias al tiempo que somos quienes somos.
*Miembro de la SOCIEDAD PSICOANALÍTICA DE MÉXICO (SPM)
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