En estos meses de verano que nos quedan, es importante que tomes una cantidad mayor de líquidos para evitar la deshidratación y sus complicaciones. En las bebidas puedes ingerir desde cero hasta 600 Calorías, lo equivalente a una comida completa.

Es importante que consideres el número de calorías dentro de los requerimientos de la dieta. Fernanda Zimmermann, nutrióloga del Instituto de Nutrición y Salud Kellogg’s, nos orienta sobre el tema y nos brinda algunas recomendaciones para tomar en cuenta:

• Agua. El líquido que más necesitamos para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo. Los expertos recomiendan el consumo de 6 a 8 vasos de agua natural al día (equivalente a 2 litros). Cuando tomes agua de sabor es preferible que sea poco endulzada. Recuerda también la importancia del agua natural sola.
• Jugos: Cuando quieras beber jugos es recomendable que éstos sean recién hechos, sin adición de azúcar y de preferencia que sean combinados de fruta y verdura, para mayor variedad de vitaminas y minerales. También es recomendable no colar los jugos naturales para poder aprovechar la fibra que proporciona la fruta o verdura. Considera también la cantidad o porción ingerida para poder equilibrar tu dieta y de esta forma no originar un incremento de calorías consumidas. Un vaso de jugo puede ser lo equivalente en calorías a un plato grande de frutas mixtas.
• Malteadas: Los licuados de fruta con leche, además de ser buena forma de diversificar el consumo de fruta y aumentar la ingesta de vitaminas y minerales, pueden también aportar azúcar y grasa. Se recomienda que utilices solamente la porción de producto lácteo que te corresponde y que sea bajo en grasa. Para endulzar puedes usar edulcorantes sin calorías.
• Cafés preparados: Te recomendamos elegir leche baja en grasa y preferir sustituto de azúcar para endulzar tu bebida. Opta por no adicionar crema batida, ten presente que dos cucharadas de crema tipo chantilly aporta poco más de 6 gramos de grasa (cantidad de grasa similar a lo que contiene 6 galletas tipo sándwich de chocolate o una pieza (24 g) de pastelito tipo brownie.
• Bebidas alcohólicas: Para su sano consumo te sugerimos moderar la ingesta. De ser posible busca las versiones bajas en calorías y, si son mezcladas con otras bebidas, como refrescos o jugos, prefiere aquellos que sean bajos o sin azúcar, o dilúyelos en agua. Ten presente que un vaso de 240 ml con una porción (60 ml) de bebida alcohólica adicionada con 180 ml de refresco proporciona en promedio 210 Calorías.
• Bebidas refrescantes: Hay una amplia gama de éstas las cuales pueden ser carbonatadas, aromatizadas con y sin color, gaseosas, de extractos, de zumo de frutas, mixtas, sólidos para diluir, entre otras. Al momento de incluirlas en nuestra dieta es importante revisar su contenido nutrimental, para que así puedas equilibrar de forma correcta la alimentación.

Existen algunos líquidos que están exentos de calorías y su consumo o contraindicación debe seguirse de acuerdo con las características individuales de cada uno. Algunos ejemplos son el café y el té. Éstos aportan beneficios a la salud, ya que ambos contienen antioxidantes de forma natural.

Los alimentos líquidos pueden ser una práctica opción, pero es importante considerarlos dentro de un plan de alimentación adecuado a las características individuales. Si eres una persona que los consume con frecuencia, te recomendamos acudir con un nutriólogo para que te diga cuáles y qué cantidad de otros alimentos debes disminuir su consumo, para que mantengas tu dieta de forma equilibrada y no origines un desequilibrio en tu cuerpo.