Los viajes pueden interrumpir una dieta o la rutina usual de ejercicio pero sin importar adónde vas o cómo llegas a tu destino, puede ayudarte el estar bien preparado. Pero puedes planificar un viaje o una vacación para apegarte lo más que puedas a continuar con tus metas.
Susan Bowerman, Directora de Capacitación sobre la Nutrición de Herbalife, nos presenta algunos consejos para no subir de peso mientras viajas.
- Si viajas en automóvil, evita la “comida de carretera”, lleva comida saludable y bocadillos. No salgas de la casa hasta que hayas comido. Si tienes prisa, lleva un batido de proteína contigo y de esa forma tendrás menos tentación de consumir comidas rápidas en el camino.
- Los alimentos fáciles de llevar, como barras de proteína, frutas, nueces de soya, queso de hebra y paquetes individuales de zanahorias pequeñas, son buenos bocadillos sin importar la forma de viaje. Son maravillosos para viajes por carreteras o cuando vuelas a tu destino.
- Es difícil encontrar productos saludables en el aeropuerto; sin embargo, puedes encontrar frutas, yogurt, ensaladas y sándwiches pero, si llevas tus propios alimentos, te ahorrarás las calorías y tu dinero.
- Cuando los vuelos se retrasan, usa el tiempo para caminar en la terminal en vez de visitar los restaurants y bares. En algunos aeropuertos grandes, puedes fácilmente caminar una milla o más visitando las salas del aeropuerto.
- Presta atención a las calorías líquidas. Es importante mantenerte hidratado, en especial si viajas por avión. Se recomienda que bebas un vaso de líquido por cada hora que pasas en el aire, pero si estás consumiendo gaseosas o cócteles, puede que acumules calorías rápidamente. Consume agua, té helado o bebidas deportivas bajas en azúcar.
- Si planificas descansar en un hotel, lo más seguro es que tendrás una combinación peligrosa de fatiga con alimentos tentadores del buffet, de la hora feliz o de servicio de habitación. El viaje cansa, pero en vez de usar la comida para despertarte, sal a caminar o ve el gimnasio del hotel una vez que te hayas instalado.
- Muchos hoteles tienen refrigeradores. Compra frutas frescas, vegetales listos para comer o yogur para que tengas bocadillos. Y no te olvides de la leche o leche de soya para que puedas preparar un batido de proteína en tu habitación.
- Pregúntale al personal del hotel por opciones saludables de comida, seguro podrás encontrar los alimentos que generalmente consumes.
- Controla el consumo de tus calorías en los hoteles que ofrecen desayuno complementario. Es tentador comer de más cuando no tienes que pagar por los productos. La mayoría de los desayunos gratis, están repletos con bagels, cereales y wafles, y es fácil comer más de lo que deberías, especialmente si no tienes que pagar. En vez de eso busca frutas frescas, y algún tipo de proteína como un huevo duro o yogur.
Imagen cortesía de buchachon_photo