Seguramente has escuchado hablar sobre los cálculos renales o las famosas “piedras” en el riñón. Estos cálculos pueden ser tan pequeños como un grano de arena o tan grandes como una perla, incluso, pueden llegar a ser del tamaño de una pelota de golf.
Las piedras o cálculos renales se forman por sustancias como la orina, que llegan a causar mucho dolor y en algunas ocasiones se presentan molestias hasta que los cálculos se encuentran descendiendo del riñón al uréter, que es el tubo delgado que lleva la orina del riñón a la vejiga. Un cálculo puede quedar atorado en el uréter.
Los cálculos renales son muy comunes. Aproximadamente el 5 por ciento de las mujeres y el 10 por ciento de los hombres habrán experimentado algún tipo de contacto con los cálculos renales, antes de llegar a los 70 años edad. Igualmente suelen presentarse en los bebés prematuros.
Existen diversos factores que te ayudarán a prevenirlos: suelen formarse cuando no hay una suficiente ingestión de líquidos, esto lo puedes observar de forma muy sencilla, si tu orina es oscura no estás bebiendo suficientes líquidos y si tu orina es casi clara estás bebiendo suficientes líquidos, esto te ayudará a mantenerte más saludable, es recomendable beber 4 vasos de agua al día, ya que la obesidad puede ocasionar cálculos, así como la predisposición genética.
Existen diferentes tipos de cálculos:
Los cálculos de calcio son los más frecuentes, son de 2 a 3 veces más comunes en los hombres y aparecen generalmente entre los 20 y 30 años de edad. Es probable su recurrencia. El calcio puede combinarse con otras sustancias como el oxalato (sustancia muy común en ciertos alimentos). Las enfermedades del intestino delgado aumentan la tendencia a formar cálculos de oxalato de calcio.
Los cálculos de ácido úrico también son más comunes en los hombres. Están asociados con la enfermedad de la gota y la quimioterapia y representan aproximadamente un 10 por ciento de todos los cálculos.
Los cálculos de cistina, son muy poco comunes. La cistina, es una de las sustancias que forman los músculos, nervios y otras partes del cuerpo. Este es un trastorno hereditario que afecta a hombres y mujeres.
Los cálculos de estruvita, se encuentran principalmente en las mujeres como resultado de una infección del sistema urinario. Pueden crecer hasta ser de tamaño muy grande y obstruir el riñón, los uréteres o la vejiga.
Síntomas
Dolor en los costados del cuerpo o de espalda en uno o ambos lados. Es progresivo y se acompaña con cólicos. El dolor puede esparcirse más abajo de los costados, la pelvis, la ingle o los genitales.
Náuseas, vómitos
Necesidad urgente y frecuente de orinar
Sangre al orinar
Dolor abdominal
Micción dolorosa
Micción excesiva durante la noche
Dificultad para orinar
Dolor de testículo
Fiebre
Escalofríos
Color anormal en la orina
Si presentas algunos de estos síntomas, es importante consultar a tú médico de inmediato y realizarte los siguientes exámenes médicos:
Ultrasonido del riñón
PIV (pielograma intravenoso)
Radiografía del abdomen
Pielograma retrógrado
TC abdominal
IRM abdominal/renal
Los tratamientos para aliviar y prevenir los síntomas varían según el tipo de cálculo y la magnitud de los síntomas o las complicaciones ya que puede requerirse hospitalización (extracción quirúrgica) si los síntomas son severos.
Por lo regular, los cálculos se expulsan a través de la orina de manera espontánea. Durante este tiempo, puede experimentarse dolor intenso, fiebre y náuseas. La mayor parte de los cálculos se expulsan en pocas horas, pero algunos tardan varios días.
Cuando se expulse el cálculo es importante que lo examine el médico para determinar su tipo, ya que de ello depende el tratamiento y los medicamentos que se suministrarán para disminuir la formación de cálculos y ayudar a desintegrar y excretar el material que causa el cálculo. Cabe señalar que los cálculos son recurrentes.
Es bien importante que tengas en cuenta que el factor clave para su prevención, es el equilibrio en tu alimentación, ya que los cálculos renales pueden disminuirse o evitarse básicamente con tomar abundantes líquidos, que produzcan una cantidad adecuada de orina. Esto te permitirá pasar con ojos cerrados por dicha enfermedad tan dolorosa y recurrente.
[[*Fuente: Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU.
Instituto Nacional de Salud.]]