Así lo hizo ver la catedrática Edna Torres Ramos, maestra en Estudios de la Mujer, al señalar que los métodos anticonceptivos modernos han permitido a las mujeres que acceden a ellos decidir cuándo y cuántos hijos tener, dentro de un proyecto de vida en el cual ser madres ya no es su eje principal, sino que construyen su identidad a través del estudio y/o el trabajo.
Durante un evento organizado por la farmacéutica Janssen Cilag en conmemoración de los 10 años de la llegada del parche anticonceptivo a México, especialistas coincidieron en que los métodos hormonales modernos han contribuido a que las mujeres participen más en el ámbito laboral y educativo.
Según cifras del INEGI, en México ha aumentado el porcentaje de mujeres que viven en pareja, al mismo tiempo que aumenta el número de las que cuentan con educación superior, así como el porcentaje de aquellas que forman parte de la Población Económicamente Activa (PEA). En contraparte, es notorio el descenso de la tasa global de fecundidad que entre 1976 y 2012 pasó de 5.7 a 2.2 hijos por mujer.1
“Si bien estas modificaciones comenzaron en la década de los 70´s con la introducción al mercado mexicano de la primera píldora anticonceptiva, su acceso estaba sumamente restringido, pues sólo las mujeres casadas podían solicitarla a su médico, siempre y cuando su cónyuge lo autorizara. “Mientras que hoy en día las mexicanas con cierto grado de escolaridad y autonomía pueden elegir el anticonceptivo que consideren pertinente, con la asesoría de su médico”, comentó la Mtra. Torres Ramos.
Incluso, métodos para el control de la fertilidad como el parche anticonceptivo, está disponible en las instituciones de salud pública, de manera gratuita para la población en general sean derechohabientes o no.
Los primeros métodos para el control de la natalidad tenían altas dosis de hormonas, lo cual ocasionaba importantes efectos adversos, entre ellos: mareos intensos, vómito, retención de líquidos, etcétera. Frente a ello, los anticonceptivos que usan las mujeres actualmente liberan microdosis de hormonas que son amigables con el organismo femenino, refirió la Dra. Angélica Illescas Arana, ginecoobstetra y sexóloga, integrante del Colegio Mexicano de Especialistas en Ginecología.Dijo que ejemplo de ello es el parche anticonceptivo, el primer y único método para el control de la natalidad que libera microdosis de hormonas que se absorben a través de la piel y llegan a la sangre de manera continua y constante durante 7 días.
“El uso del parche anticonceptivo favorece un mayor bienestar físico y emocional. Cada vez más mexicanas pueden acceder al parche anticonceptivo debido a que está disponible en las instituciones de salud pública de manera gratuita”, observó.
Detalló que entre los beneficios adicionales que ofrece el parche anticonceptivo a numerosas usuarias está el hecho de que no provoca aumento de peso, ayuda a regular ciclos menstruales, contribuye a controlar el acné y disminuye el síndrome premenstrual.
Otro factor resaltado en torno a la eficacia anticonceptiva de los métodos hormonales modernos es que reducen la ansiedad y el miedo ante el riesgo de un embarazo no planificado, lo cual permite a las parejas disfrutar más de su erotismo, comentó la Dra. Adriana G. López García, médica, sexóloga y terapeuta de pareja.
Los nuevos anticonceptivos, resaltó, han contribuido a que cada vez mayor número de mujeres disfruten más durante el encuentro íntimo debido a que sienten mayor seguridad y menos temor de un embarazo no planeado durante las relaciones sexuales. Y ello favorece la satisfacción sexual, ahondó la Dra. López García.
“Los métodos anticonceptivos modernos son hoy uno de los mejores aliados para que las mujeres se desarrollen integralmente en todos los ámbitos de su vida: desde el laboral, el educativo, el familiar, hasta el sexual.”, concluyó.
1. INEGI. Mujeres y hombres en México 2011. México, 2012. Página 75.
INEGI. Encuesta Mexicana de Fecundidad, 1976. México, D.F., 1979. http://www.inegi.org.mx/sistemas/sisept/Default.aspx?t=mdemo16&s=est&c=17535